El Índice de Precios (IPV) correspondiente al segundo trimestre de 2020, publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), refleja una subida del 2,1% interanual y un leve incremento del 0,1% respecto al trimestre anterior.

Este incremento interanual va muy en línea con la tendencia de los últimos trimestres. Aunque esta subida es la menor desde el primer trimestre de 2015. Con este incremento son ya 25 trimestres de crecimientos interanuales en el precio de la vivienda.

Pequeña desaceleración en los precios

Tal y como se mostraban en trimestres anteriores, los datos del INE reflejan una pequeña desaceleración respecto a trimestres anteriores y supone “una moderación en el crecimiento de los precios de la vivienda que ya llevamos meses viendo en otras estadísticas, como el Índice Inmobiliario Fotocasa.

Y es que, a cierre de 2019, Fotocasa ya detectó la primera caída en el precio de la vivienda de segunda mano (-1,3%) después de tres años de subidas ininterrumpidas y estas caídas interanuales han continuado durante la primera parte de 2020”, explica Anaïs López, directora de Comunicación de Fotocasa.

Desde el portal inmobiliario explican que “ya hace meses que avanzábamos que la evolución de los precios y la actividad en el mercado iba a ser más moderada en 2020 respecto a las fuertes subidas que vimos durante los años anteriores, fruto de la desaceleración económica”.

2020, un año para la moderación

En general “la moderación en los precios seguirá durante 2020 como consecuencia del contexto macroeconómico nacional e internacional. Y es posible que en los próximos trimestres el INE empiece a registrar las primeras caídas en los precios, al igual que las estadísticas de los portales ya estamos registrando”, explica la directora de Comunicación.

Además, la moderación en los precios que ya se esperaba para 2020 puede verse acelerada por la actual situación económica provocada por el coronavirus. Aun así, “no creemos que vayamos a ver grandes descensos en los precios de la vivienda de segunda mano y las regularizaciones que veremos serán las esperadas de un mercado que tiende a la estabilización. Hay que recordar que el precio de la vivienda de segunda mano actualmente está casi un -40% por debajo del máximo alcanzado en los años del boom inmobiliario”, comenta Anaïs López.

Los precios no han bajado por la COVID-19

De hecho, las diferentes estadísticas del sector muestran que los precios aún no están bajando debido a la situación del coronavirus. Prueba de ellos, por ejemplo, son los datos del Índice Inmobiliario Fotocasa del segundo trimestre que reflejaron una subida del 1,6% respecto al trimestre anterior.

“Estos datos nos indican que, de momento, la situación del coronavirus no está afectando directamente a los precios. Aunque es posible que en los próximos meses empecemos a ver las primeras caídas de precios”.

Vivienda usada, el motor de la recuperación

Respecto a la vivienda de obra nueva también desciende su crecimiento respecto al trimestre anterior, pero sigue mostrando subidas más importantes que la vivienda de segunda mano. Así, en este segundo trimestre la vivienda nueva sube un 4,2%, una muestra más de que la vivienda de obra nueva está tirando, en parte, de los precios en detrimento de la vivienda usada, que ya muestra signos de desaceleración.

“La vivienda usada ha sido el motor de la recuperación del sector. Siete de cada 10 compradores adquieren una vivienda de segunda mano. Aunque nuestros estudios en Fotocasa reflejan cómo el interés por la vivienda de obra nueva se ha duplicado en los últimos años entre los potenciales compradores”, añade Anaïs López. De hecho, un informe publicado por el portal inmobiliario mostraba cómo el 37% de los particulares que compró vivienda en 2019 se decantó por la obra nueva.

Cabe recordar que “estamos todavía lejos de los niveles tanto de precio como de operaciones alcanzados en los años de la burbuja si bien es verdad que el precio en los últimos años ha crecido a un ritmo mucho más fuerte que el poder adquisitivo de los ciudadanos que, a su vez, tienen menos capacidad de ahorro y menos posibilidades de acceder a la financiación. Esto explica las dificultades de acceso al mercado de la compra. Estas dificultades pueden verse todavía más acentuadas por el contexto económico actual derivado de la crisis del coronavirus”, concluye Anaïs López.