Hace ahora un año hablábamos en este mismo blog de la presencia, muy minoritaria pero interesante, del bitcoin en el mercado inmobiliario. Sobre esta criptomoneda, la más conocida y popular en un mercado con cientos de opciones similares, se ha publicado mucho en los medios de comunicación. Pero de la tecnología en la que se sustenta, el blockchain, se ha dicho mucho menos y su potencial, también en el sector inmobiliario, excede con creces el de la propia divisa.
“Cambiar el nombre del propietario de una vivienda es un proceso superior a un mes. Supone una decena de pasos o más, que se eliminarán cuando toda la operación se soporte sobre una plataforma blockchain”, explica Jesús Duque, vicepresidente y socio de Alfa Inmobiliaria y una de las voces que más claramente se ha posicionado en favor de esta tecnología en nuestro sector.
¿Qué es el blockchain?
El blockchain (cadena de bloques en español) es una tecnología de validación y certificación de las transacciones. Multitud de ordenadores conectados en todo el mundo guardan un registro simultáneo, idéntico y verificable de cada cambio de propiedad de un determinado bien.
De este modo, cualquier transacción de un determinado bien tiene que ser autorizada por la persona que, según la propia red de ordenadores que dan soporte al sistema, es su legítimo propietario. De este modo, se gana seguridad, ya que cada ordenador se valida en relación con el resto y los registros están cifrados para evitar intrusiones, pero además se descentraliza el registro evitando que se pierda información y, sobre todo, se eliminan intermediarios.
Ventajas en el sector inmobiliario
De las citadas características del sistema de la cadena de bloques se pueden deducir fácilmente las ventajas que puede tener para el sector inmobiliario en relación con la validación de las transacciones de propiedades. La citada cadena Alfa Inmobiliaria ha identificado tres a diez años vista:
- Bases de datos de las propiedades. Que el registro público de inmuebles se haga sobre esta tecnología supondría una mejora de la eficiencia.
- Registro de la Propiedad. Gracias al blockchain no es descartable un gran registro global en el que se consigne cada operación (de compra o alquiler) de todos los inmuebles y que esa información sea accesible para todos.
- Transacciones en tiempo real. Se minimiza el riesgo de fraude o de pérdida de información y se abarata y agiliza el proceso.
Un detallado informe elaborado en 2017 por la consultora Deloitte (PDF) profundizaba aún más en esta búsqueda de las ventajas del blockchain en el sector inmobiliario. Además de estas cuestiones, citaba, por ejemplo, la diversificación de la financiación (con datos transparentes pueden buscarse otras vías distintas a la habitual de recurrir al banco) o una toma de decisiones más inteligente y fundamentada gracias al volumen de datos disponibles.
Pero sus ventajas teóricas tienen, sin embargo, que vencer resistencias y dinámicas establecidas durante años, incluso durante siglos. Aunque hay excepciones que no caben en las generalizaciones, los notarios y registradores de la propiedad están retratados en la conciencia colectiva como dos de los colectivos más inmutables (su credibilidad se sustenta precisamente en permanecer).
Otros problemas tienen un perfil distinto, más tecnológico. O, para ser más exactos, de estándares tecnológicos. Porque una cosa es saber cómo crear una red conectada que valide las operaciones y otra distinta es conseguir agrupar a todo el mundo en ella.
En España, Alastria se ha definido en una posición ventajosa como la red de referencia para sistemas blockchain gracias a la implicación de grandes empresas, de gran parte del sector tecnológico y, sobre todo, de numerosas administraciones públicas. Así, por ejemplo, en el consorcio Alastria participa desde el pasado año el Colegio de Registradores de España. Qué más pruebas se necesitan de que el futuro pasa por el blockchain.