Los consultores inmobiliarios asociados al Club Notegés facturaron en 2018 un promedio de 94.084 euros por consultor, un 204,6% más que la media del sector, situada en 45.990 euros, según se desprende de la encuesta realizada por la consultora inmobiliaria, que compara el balance anual de sus 224 oficinas asociadas a nivel nacional con las del resto del sector.

La encuesta detalla cómo las agencias del club vendieron 37.086 viviendas en los últimos ocho años por valor de 5.213 millones de euros, 6.063 de las cuales fueron vendidas en 2018 por importe de 914 millones.

Así, los dos tercios de consultores que desarrollan el modelo de negocio que les propone el Club Notegés facturaron el año pasado en honorarios profesionales un 204,6% más que la media del sector, llegando hasta un 340,2% más, 156.467 euros, en el grupo de alto rendimiento; es decir, aquellos que desarrollaron más del 60% de los procesos propuestos en la metodología de trabajo.

Estas herramientas se dividen, por un lado, en un departamento de consultoría con un equipo de trabajo que mantiene al asociado permanentemente informado de los cambios de tendencia que se van observando en el mercado, han explicado desde el Club Notegés, que añade que este hecho consigue que el profesional “se anticipe al futuro en lugar de tropezarse con él” como es habitual en el mundo de las micropymes.

Por otro lado, los asociados disponen de la tecnología considerada como “una de las más avanzada del sector en Europa”, con un completo CRM que gestiona de forma integral la actividad profesional y una realidad virtual para facilitar la búsqueda al comprador y acelerar el proceso de venta al propietario de la vivienda.

Del mismo modo, cuentan con un enorme ‘big data’ para predecir el precio adecuado de una vivienda con la información que arrojan más de 240.000 encargos de venta y 37.000 viviendas vendidas en los últimos años, sabiendo el ‘gap’ que hay en cada zona en el precio de las viviendas que se ponen a la venta y el precio de las que finalmente se venden.

Asimismo, los asociados disponen de una escuela de negocio a través de la cual se trasladan las conclusiones de los dos pilares anteriores, manteniendo al profesional inmobiliario permanentemente adaptado a las necesidades actuales de un dinámico mercado que permanece en constante cambio. Igualmente, disponen de un departamento jurídico que les resuelve todas sus consultas y les ayuda en las necesidades jurídicas habituales del sector.