“Formar trabajadores, procurar su satisfacción, ofrecerles un plan de carrera, es el modo de hacerles sentir más felices con su empleo”.

Todas las empresas sueñan con la posibilidad de tener al mejor profesional en cada puesto que necesitan cubrir. Desde el CEO a recepción, desde recursos humanos al administrador de sistemas. Y aunque es un imposible, no deja de ser una aspiración legítima. ¿Cómo se logra tener el mejor equipo posible?

Esta pregunta de difícil respuesta se ha complicado aún más con las nuevas variables que hay en juego tras la entrada de los milenial en el mercado laboral. Además, el sector inmobiliario tiene particularidades específicas que lo exponen más a este problema. Hay dos vertientes en esta cuestión: por un lado la captación y por otro la retención del talento.

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Atraer a los mejores

Como decíamos, los jóvenes trabajadores buscan buenos salarios, pero también un lugar en el que sentirse a gusto y que valore su capacidad profesional, en el que aprender y crecer.

Para dar con estos nuevos perfiles hay que buscar de forma proactiva, dedicar atención y medios a las redes sociales; disponer de un dossier siempre actualizado con potenciales empleados; diseñar carreras profesionales para las nuevas contrataciones y elaborar procesos de selección sencillos y efectivos, etcétera.

Este enfoque se conoce como Employer Branding, que resulta ser la marca de una empresa como empleador; una estrategia que busca una relación más empática y humana entre la compañía y los candidatos a ocupar puestos de trabajo, actuales y futuros, en la misma.

En InfoJobs contamos con ePreselec, una herramienta específica de reclutamiento y selección de personal que facilita una estrategia de estas características. Pero una solución tecnológica, por muy buena que sea, vale de poco si la empresa no tiene lo más importante: el respaldo de los empleados que ya trabajan en ella. Ellos son los mejores embajadores de la compañía y los que más pueden hacer para atraer a otros.

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Retener y hacer crecer a los profesionales

Si los propios trabajadores son el mejor altavoz, es necesario hablar de la retención del talento. Muchas veces se piensa en buscar fuera a los mejores empleados, sin siquiera haber analizado por qué la empresa no está satisfecha con los que tiene.

En el sector inmobiliario además este tipo de ideas surgen después de mirar un Excel con las cifras de ventas de cada agente. Los números son importantes, por supuesto, pero las decisiones laborales han de tener una estrategia que vaya más allá.

Si la empresa cree que sus trabajadores no tienen el nivel que necesita, tal vez sea mejor idea capacitarles que sustituirles. Hacer trabajadores más valiosos, es un modo de demostrar interés por su carrera profesional y de generar un ambiente de confianza mutua entre empleados y empresa. De este modo podrán desempeñar mejor sus tareas, pero también se sentirán apreciados en lo personal.

El sentimiento de satisfacción de un empleado no tiene solo que ver con el trabajo, sino también con el clima laboral, la flexibilidad horaria o la política de conciliación, por ejemplo. Estas palabras pueden escucharse muchas veces, pero tienen que plasmarse en la dinámica real de la empresa y ser verdad. Hacerse trampas genera justo lo contrario: los trabajadores se molestan cuando escuchan a un jefe presumir de facilidades para conciliar si saben que no es cierto.

Las empresas necesitan hacerse esta pregunta: ¿cuántos de mis empleados recomendarían a otras personas trabajar aquí? Y responderla sinceramente, porque eso da la medida del sentir del equipo humano y de las posibilidades de atraer a otros buenos profesionales.  

No nos olvidemos de otra de las claves: el salario también es importante y el talento hay que pagarlo como merece. El mercado inmobiliario está marcado por las retribuciones variables por consecución de objetivos, con la competencia dispuesta a mejorar las condiciones del profesional que garantiza ventas. Por eso hay que cuidar las condiciones de todos los empleados y ayudarles a alcanzar siempre sus variables, pero sin olvidar que hay muchos otros factores importantes.

Formar trabajadores, procurar su satisfacción, ofrecerles un plan de carrera, es el modo de hacerles sentir más felices con su empleo. No es altruismo: es la construcción de una política laboral en positivo, capaz de retener talento y, en consecuencia, atraerlo. Pero aún más importante: capaz de incrementar esas capacidades.