Acabamos de comenzar el año 2022. En estos días muchos nos hemos planteado nuevos retos, objetivos o deseos para los próximos doce meses. Algunos son sencillos, pero otros resultan más complicados y debemos esforzarnos para alcanzarlos y plantear nuevas estrategias para conseguirlos. ¿Qué podemos hacer para lograrlo? Estas son algunas acciones para lograr tus objetivos de 2022 como agente inmobiliario y abordarlos de manera individual.
Plantea objetivos sencillos y claros
Definir correctamente nuestros objetivos es muy importante. Estos han de tener unas características determinadas, que nos permitan tenerlos siempre presentes y podamos plantearnos unas acciones concretas para alcanzarlos.
Además, es importante remarcar que nuestro objetivo puede descomponerse a la vez en otros objetivos más pequeños, pero que estarán asociados a las acciones concretas que pondremos en marcha.
Por ello, es importante identificar el objetivo general con las características SMART en la propia definición:
- Específico: ¿Qué es lo que pretendemos conseguir?
- Medible: ¿Cómo vamos a medirlo o cómo sabremos si lo estamos logrando?
- Alcanzable: ¿Se trata de un objetivo realista?
- Retador: ¿Es realmente relevante para nuestra vida profesional o personal?
- Temporal: ¿Cuándo está previsto que lo logremos?
Algunos ejemplos de objetivos con estas características pueden ser: aumentar los beneficios de 2022 un 15% respecto a los de 2021 o incrementar el número de captaciones de 30 logradas en 2021 a 40 en 2022.
Acciones a poner en marcha
Ahora ya tenemos, o deberíamos tener, nuestro objetivo definido con estas características. Para alcanzarlo no solo debemos planificar una acción. Es recomendable elaborar una estrategia para lograrlo, aunque alguna de las acciones planteadas en ella no funcionen como esperábamos. Esto es lo que se llama un plan de desarrollo individual, es decir, una serie de acciones planificadas en el tiempo y cada una con un objetivo más concreto, que cumpla también las características SMART, y que nos ayudarán a alcanzar el objetivo general. Además, podemos planificar dichas acciones en momentos diferentes o a la vez, en función de nuestro tiempo o posibilidades reales.
Consulta constante de información del mercado
Sin duda, esta es una de las acciones indispensables para cualquier profesional inmobiliario. Y es que, si queremos destacar y posicionarnos como expertos, es necesario conocer qué es lo que está pasando a gran escala en el mercado, pero sin olvidar lo que ocurre en nuestra zona.
Para ello la consulta de blogs especializados, como este blog o Fotocasa Life, nos ayudan a estar al día de todo lo que ocurre en el sector inmobiliario. No solo nos ayuda a estar informados de las últimas noticias del sector, sino que también nos sirve para conocer las tendencias o lo cambios en la evolución del mercado de venta o alquiler o las nuevas leyes, como la próxima Ley Estatal de Vivienda.
Es por eso por lo que una buena acción puede ser leer al día 10 noticias inmobiliarias. Algo que es asumible, ya que podemos utilizar los tiempos de desplazamiento o algunos tiempos muertos, como cuando tenemos que esperar a un cliente que llega tarde a la visita.
Aunque si no somos mucho de leer, también existen podcast destinados a los profesionales del sector, como el podcast de Fotocasa Pro Academy o Spanish Proptech.
La importancia de la formación continua
Además de estar al día acerca de cómo está evolucionando el mercado de la vivienda, también debemos saber qué nuevas (o no tan nuevas) técnicas existen en el sector inmobiliario que puedan ayudarnos a mejorar nuestra carrera como profesionales inmobiliarios.
Existen formaciones presenciales, online, con coste, gratuitas, generales o específicas de un tema en concreto. Por eso, sea cual sea nuestro nivel de experiencia, siempre habrá un curso que resulte interesante para nuestro propio desarrollo.
Una recomendación es conocer nuestras carencias o puntos débiles y buscar una formación que se adecúe a nuestras necesidades. Eso sí, siempre es necesario dejar un tiempo para asimilar toda la información recibida y, sobre todo, ponerla en práctica. Ya que hemos invertido tiempo en asistir a un curso, ya sea presencial o a distancia, debemos saber aplicar lo aprendido para desarrollar nuevas habilidades.
En Fotocasa Pro Academy podemos encontrar más de 200 cursos gratuitos y online impartidos por formadores especializados.
Aprender de los mejores a través de la consultoría
Pero si nos cuesta poner en práctica lo aprendido de un curso y aún así queremos aplicar nuevos procesos o técnicas a nuestra labor diaria, una acción de consultoría puede ser de gran ayuda. Podríamos definir la consultoría como el asesoramiento por parte de un experto para mejorar nuestro negocio en asuntos como marketing, ventas, captación, digitalización, etc.
Antes de contratar a un consultor, es adecuado informarse de la persona que vamos a contratar sobre en qué es especialista, cuál es la técnica que suele utilizar y cuál es la inversión de tiempo y económica que debemos realizar, así como del retorno previsto de esta inversión. Para ello, es interesante entrevistarnos previamente con el consultor.
Descubrir nuestras posibilidades a través del coaching ejecutivo
Aunque puedan parecer similares, la consultoría y el coaching son dos disciplinas totalmente diferentes. El coaching ejecutivo nos ayuda a potenciar nuestro talento, perder miedos, desarrollar habilidades o establecer nuevas estrategias. Es decir, un coach ejecutivo nos acompaña cumplir nuestro objetivo a través del autodescubrimiento, sin dirigirnos.
Existen varias corrientes en el coaching ejecutivo, como la ontológica, la programación neurolingüística, la corriente americana, la europea o el neurocoaching. Aunque cada una pueda plantear técnicas o herramientas diferentes, todas se basan en la confianza entre el coach y la persona que lo contrate o instruya. Si no existe confianza, el proceso de coaching no será útil, ya que no habrá progresos.
A partir de generar esa confianza entre ambas partes, estaremos acompañados por un profesional que nos planteará retos y en los que encontraremos determinadas soluciones para solventarlos. Al final del proceso tendremos un plan, en el que incluiremos imprevistos y aprenderemos a minimizarlos.
Aquellos que sientan interés por esta disciplina, pero no puedan/quieran costearse un proceso de coaching de ocho sesiones (que puede no ser muy económico), pueden interesarse por las escuelas especializadas, que suelen buscar voluntarios para participar en procesos con los alumnos de la propia escuela con el seguimiento de un tutor. Se trata de una buena alternativa si esta disciplina nos interesa.
Como vemos, estas son una serie de acciones que podemos plantear en nuestro plan de acción individual para alcanzar todos nuestros deseos profesionales para este nuevo año. ¡Vamos a por ello!