La experiencia de compra de una vivienda resulta cada vez más satisfactoria, si bien todavía no puede calificarse como enteramente positiva. Es la principal conclusión de la tercera edición del informe El hexágono emocional del comprador de vivienda, que elaboran Planner Exhibitions y SIMA. Para su realización se entrevistaron a 531 personas mayores de 25 años, que manifestaron estar buscando activamente una vivienda.
El informe analiza el grado de negatividad y positividad que suscita la búsqueda de una vivienda. Para ello se emplea una escala que va de -100 a +100, con la que se valoran seis atributos –el hexágono emocional– expresados de manera dicotómica: anodino vs. emocionante; complicado vs. sencillo; cansado vs. cómodo; angustioso vs. tranquilo; frustrante vs. satisfactorio; aburrido vs. divertido.
En términos generales, y de acuerdo con las respuestas de los encuestados, el proceso de búsqueda de una vivienda genera más carga emocional negativa que positiva. No obstante, la serie histórica del informe refleja una evidente mejora de esta experiencia, pues si en 2018 el promedio de los valores de las emociones del hexágono era de -34 puntos, en 2021 este es de -10 puntos. Además, mientras que en 2018 las seis emociones del hexágono se expresaban en su forma negativa, en 2021 ya son tres las que lo hacen en positivo.
Así, para la mayoría de los encuestados el proceso de compra de una vivienda es “más emocionante que anodino”, “más divertido que aburrido” y “más tranquilo que angustioso”. Por el contrario, este mismo proceso sigue resultando “más frustrante que satisfactorio”, “más cansado que cómodo” y “más complicado que sencillo”. A la luz de estos datos, resulta clara la polarización emocional que suscita la compra de una vivienda, una polarización, sin embargo, con un marcado sesgo negativo, que, por otra parte, se ve parcialmente atemperado por la tendencia continua hacia percepciones cada vez mas positivas.
Evolución desigual
A nivel de cada uno de los sentimientos del hexágono, los principales avances se concentran, precisamente, en los dos pares de atributos que en el anterior informe presentaban una carga emocional negativa más intensa: Cansado vs. Cómodo y Complicado vs. Sencillo. De esta manera, el primero de ambos mejora en 25 puntos, mientras que el segundo lo hace en 20 puntos. No obstante, uno y otro, a pesar de los avances, continúan en valores negativos (-35 y -40, respectivamente) y de hecho son los que más contribuyen a que la experiencia de la compra de una vivienda siga resultando, en términos emocionales, poco satisfactoria.
Las demás evoluciones son, en comparación con las dos anteriores, modestas, pero todas, excepto el par Frustrante vs. Satisfactorio, apuntan en la misma dirección: la progresiva reducción de la negatividad de la experiencia de compra de una vivienda. Así ocurre con Angustioso vs. Tranquilo, que mejora 13 puntos (+2), Aburrido vs. Divertido, que también lo hace en otros 12 puntos (+2) ,y Anodino vs. Emocionante, que lo consigue en 12 puntos (+27). Por el contrario, Frustrante vs. Satisfactorio permanece estable (-15) y es el sentimiento del hexágono que presente una rigidez mayor al cambio de todos los analizados en la serie histórica.
El informe de Planner Exhibitions y SIMA confirma que no existe un arquetipo emocional de comprador de vivienda, si bien ciertas características como el género, la edad, el estatus socioeconómico o el régimen de tenencia de una vivienda pueden actuar como catalizador emocional, tanto en un sentido positivo como negativo.