El giro en la política monetaria como consecuencia de las presiones inflacionistas provocará una moderación del ciclo alcista de la vivienda en 2023, según se desprende del último ‘Cuadernos de Información Económica’ de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).

Los expertos apuntan que, aunque el mercado sigue expandiéndose, tanto en número de transacciones como en precios pese al frenazo de la actividad económica, no tardará en debilitarse debido a la subida del euríbor, principal referencia del mercado hipotecario.

¿Cómo está evolucionando el euríbor?

El director de Coyuntura Económica de Funcas, Raymond Torres explica, que, a pesar de la pérdida de capacidad de compra generada por la inflación, los excedentes de ahorro acumulados durante la pandemia y la evolución relativamente favorable del empleo siguen impulsando la demanda y la subida de precios en 2022 podría situarse en el entorno del 6% en media anual, superior a la de la renta disponible de los hogares.

Sin embargo, ha advertido de que el mercado se moderará a medida que las condiciones de financiación se endurezcan y el esfuerzo financiero de las familias – ya ligeramente por encima de la media histórica – se incremente.

La menor demanda y la mayor oferta provocarán una desaceleración, con unos precios que podrían evolucionar en línea con la renta disponible de los hogares”, ha señalado Torres, quien no obstante descarta un hundimiento del mercado o un fuerte repunte de la morosidad, ya que a diferencia de la época del estallido de la burbuja inmobiliaria, el mercado no parte ahora de una posición sobrevalorada.

El alza de tipos tardará en trasladarse a mayores beneficios bancarios

Los cambios en la política monetaria también tienen impacto directo en el sector financiero. Los expertos de Funcas, Santiago Carbó y Francisco Rodríguez, explican que la subida de los tipos de interés no implica, de forma inmediata y sin incertidumbres, una mejoría de la rentabilidad bancaria, especialmente en un contexto tan complicado como el actual.

En este sentido, advierten de que el cambio de la política monetaria está “plagado de desafíos” como un proceso inflacionario grave, la amenaza de desaceleración o recesión y la debilidad financiera de gran parte del tejido empresarial de numerosos países ante el aumento del coste de financiación, así como la evolución de la morosidad de los préstamos con avales públicos y la finalización de las moratorias de crédito.

Otro de los informes, firmado por Marta Alberni, Ángel Berges y María Rodríguez, corroboran la relación directa entre el nivel de tipos y el margen de intermediación.

Si bien los expertos consideran que el margen de la banca española y europea debería verse favorecido por el nuevo entorno de tipos, en el que la referencia más relevante para el negocio minorista, el euríbor a 12 meses, ya supera el 2%, señalan que la traslación de ese incremento al margen de intermediación no va a ser lineal.

La razón estriba en el diferente ritmo e intensidad de repreciación de los activos y pasivos bancarios para adecuarse a la nueva curva del euríbor. Es decir, la traslación del repunte de los tipos a la rentabilidad del margen de intereses se produce de manera progresiva y gradual, más lenta en la rentabilidad del crédito que en el coste de los depósitos.

“El resultado sería un efecto en forma de “J” en el margen, con una ligera caída en los primeros meses, como ponen de relieve los últimos datos publicados por las entidades más representativas, a la que seguiría una tendencia creciente a partir sobre todo de 2023″, señalan los expertos.