La Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac) estima que la actividad de reformas de viviendas caerá un 6,2% en 2023, tras crecer un 3,2% durante el año pasado.
Estos datos, que forman parte de su Observatorio 360, también arrojan que el valor de mercado se reducirá un 7,6%, tras registrar un crecimiento del 11,6% en 2022.
La patronal empeora así sus previsiones para el sector de las reformas, ya que al finalizar el año pasado, la caída para este año no llegaba al 3%. Esto se debe, mayoritariamente, explica, a la creciente caída del consumo interno –especialmente consumo duradero–, así como a las subidas de tipos de interés, que frenan la compraventa de vivienda.
También la patronal señala que esta previsión se debe a que la rehabilitación edificatoria relacionada con los fondos europeos tampoco despegará este año.
No obstante, Andimac admite que también hay un efecto base marcado por dos años (2021 y 2022) de muy intensa actividad en reformas, lo que también presiona a la baja. En este escenario, la patronal estima que este año 1,7 millones de viviendas acogerán una reforma media y que el gasto medio por hogar rondará los 850 euros.
Fondos Next Generation EU para la rehabilitación de viviendas
Según un estudio que la patronal ha encargado a la consultora Arthursen, la actividad de rehabilitación permanecerá estable respecto a 2022 a la espera de que hacia finales de este año y en 2024 se impulse esta actividad ligada a los ‘Fondos Next Generation EU’.
Para la patronal, “España está ante una oportunidad de mejorar de forma clara la calidad del parque edificado en términos de prestaciones. Y para ello es importante que el sector sea capaz de transmitir a los usuarios una visión integral de estas mejoras que, además de reducir los consumos energéticos, mejoran la calidad de vida dentro del hogar”.
Por este motivo, y con el objetivo de crear una cultura de la reforma entre las familias y las pequeñas comunidades de propietarios, en un contexto favorable gracias a los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, desde la patronal quieren potenciar la figura de los asesores en rehabilitación energética del canal profesional, quienes también podrían contribuir a “ahuyentar” las amenazas que se ciernen para la ejecución de los fondos europeos.
Asimismo, Andimac advierte de las limitaciones del actual marco de regulación de las ayudas para la rehabilitación. Entre ellas, la enorme dispersión de las mismas, así como la falta de actualización de sus niveles de intensidad estimados a los costes reales de los materiales en 2023.
También denuncia que a nivel autonómico hay barreras detectadas ante la ausencia de preconcesiones, lo que prolonga los tiempos administrativos y que no se adelantan las ayudas a los propietarios pese a disponer desde meses atrás los recursos en tesorería, lo que impide incentivar la toma de decisión.
Igualmente, apunta a que en el plano contable los fondos europeos dedicados a rehabilitación ya han sido gastados, aunque todavía no se han trasladado a la economía real, e insiste en la necesidad de un acuerdo de Estado en materia de rehabilitación que garantice el cumplimiento de los objetivos acordados con Europa.
Por último, desde la asociación agregan que, tras los fondos europeos, España “no puede asumir como país el riesgo de no impulsar medidas internas en materia de rehabilitación edificatoria, lo que conlleva dotación presupuestaria directa (ayudas a familias) e indirecta (incentivos fiscales)”.
“No hacerlo no solo no permitirá cumplir los compromisos de descarbonización ligados al ahorro energético, sino que dado el grado de envejecimiento de nuestros edificios, supone un riesgo creciente de obsolescencia edificatoria y pérdida del valor de los inmuebles. Es decir, riesgo a medio y largo plazo de pérdida del valor real del 70% del ahorro de las familias”, indica la patronal en un comunicado.