Hace seis años decidí hacer un master en Coaching Ejecutivo y formarme en otras disciplinas que me aportasen ciertos conocimientos para ayudar a otros profesionales a mejorar su desarrollo profesional.
La experiencia fue muy buena, pero lo mejor fue la cantidad de herramientas y modelos útiles que aprendí. Y de eso justamente voy a hablaros hoy en este artículo. Voy a explicaros un modelo concreto para establecer objetivos y resolver problemas como agente inmobiliario.
¿Qué es y qué no es el coaching?
Hace tiempo que el coaching se puso de moda. Todo el mundo hablaba de ello como una metodología útil, necesaria para el desarrollo profesional y, creedme, lo es. Lamentablemente, la propia palabra coaching ha sido pervertida y utilizada para muchos conceptos que en realidad nada tenían que ver con su esencia original.
El coaching no es una formación o curso. Coaching no es aconsejarle a alguien paso por paso lo que tiene que hacer o diseñarle una hoja de ruta para mejorar profesionalmente (eso es mentoring). El coaching no es un concepto que vaya delante de cualquier disciplina de aprendizaje, porque entonces eso será cualquier cosa menos coaching.
El coaching es una metodología basada en el entrenamiento de ciertas habilidades de comunicación y liderazgo que ayudan al autoconocimiento y a interpretar e interactuar mejor al profesional con su entorno.
La aplicación de ciertos modelos utilizados en el coaching basados en preguntas ayudan al autoconocimiento y a desbloquear situaciones complejas. Uno de los más fácilmente aplicables a cualquier entorno profesional y que puede ofrecernos mejores resultados es el modelo GROW, del que voy a hablaros hoy.
El modelo GROW
El modelo GROW es un método estructurado para la resolución de problemas, definición de metas y que está orientado 100 % a los resultados. Su creador fue Graham Alexander, pero John Whitmore le dio un enfoque más actual para poder utilizarlo en el ámbito profesional.
GROW ya de por sí significa crecer. El objetivo de este modelo es mejorar nuestro desarrollo y crecimiento con una estructura fácilmente aplicable a cualquier entorno profesional o proyecto.
El modelo está definido en cuatro procesos que debemos ejecutar. Si no hemos finalizado una fase, no deberíamos pasar a otra, porque la conclusiones obtenidas en cada fase nos ayudará a realizar la siguiente. Vamos a ver cómo aplicar sus fases:
G de Goal
Aquí debemos hacernos preguntas abiertas (que no podamos responder con sí o no). Por ejemplo: ¿Cuál es nuestro objetivo? ¿Qué queremos lograr? Por lo tanto, en esta fase trabajamos en la meta final.
Para conseguir esa meta final deben fijarse, por un lado un punto de arranque inicial que contemple la situación actual de forma realista y ciertos objetivos a corto plazo (check points) alcanzables que le acerquen a la consecución de la meta final.
Otro aspecto importante en esta fase es trabajar la motivación. Para ello debemos preguntarnos: ¿Qué pasaría si consigo esa meta? ¿Qué beneficios obtendría?.
R de Reality
En esta fase debemos hacer un análisis de la situación actual, haciendo preguntas como: ¿Dónde estoy actualmente vs la meta que quiero conseguir? ¿Qué estoy haciendo actualmente para conseguir esa meta? ¿Qué necesito para conseguir esa meta? ¿Quién puede ayudarme a conseguir esa meta? ¿ Cuáles son las dificultades que tengo actualmente para conseguir esa meta? ¿Qué me ha impedido hacer más cosas para lograr la meta? ¿Qué recursos necesito para conseguir mi meta?
Si esta fase la trabajamos correctamente obtendremos todas las oportunidades que no hemos explorado, así cómo todos los obstáculos que debemos salvar. Anótalos y reflexiona sobre ellos.
O de Options
En esta fase debemos pensar en las opciones y obstáculos que tenemos para conseguir nuestra meta y buscar el camino que tenga menos dificultades. Muchas veces para encontrar opciones solo hay que analizar las situaciones desde otra perspectiva. En esta fase os aconsejamos hacer una lluvia de ideas (os ayudará cuando combinemos varias en una sola).
En cuanto a preguntas poderosas para esta fase: ¿Qué más puedo hacer? ¿Qué harías si no existiese el problema? ¿Dónde puedes conseguir lo que necesitas para resolver el problema? ¿Cuáles son los pros y contras de las opciones que estás valorando? ¿Quién puede ayudarme a solucionarlo y cómo? ¿Si esto fuese un camino cuál sería el siguiente paso o acción a realizar? ¿Qué me impide probar esta acción?
Toda esta información que hemos obtenido de las preguntas y reflexión nos va a dar nuevas perspectivas. Imaginad que el proyecto es un cubo: a veces la solución está en aplicar la acción en la otra cara del mismo.
W de Will (futuro)
En esta fase valoramos lo que podemos hacer en el futuro para conseguir nuestro objetivo de manera detallada. Es decir, qué acciones concretas tenemos que llevar a cabo. Resumiendo: crear y detallar nuestro plan de acción paso por paso.
En cuanto a preguntas poderosas que te pueden ayudar en este proceso te detallo algunas: ¿Qué vas a hacer para conseguir tu objetivo y cuando? ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Qué acción vas a llevar a cabo ahora mismo? ¿Qué acciones o pasos vienen después? ¿Qué objeciones o problemas que no has contemplado puedes tener para llevar a cabo tu plan?
El modelo GROW en el 90 % de las veces funciona. El éxito del modelo se produce por diferentes cuestiones, pero las principales son el tiempo de reflexión y el foco. Normalmente en el día a día no nos paramos a reflexionar y a hacer zoom sobre las oportunidades, los obstáculos o la situación de partida de los problemas. Hacer esto nos ayudará a definir una hoja de ruta mucho más efectiva.
Sobre las preguntas del modelo, hablamos de preguntas poderosas porque nuestro diálogo interno está plagado de creencias limitantes. No obstante, si somos capaces de abstraernos de esa vocecilla que nos dice “esto no es posible” “es una pérdida de tiempo” “yo no puedo hacer nada para cambiarlo” y nos esforzamos en dar respuestas de cosas que podamos hacer de repente, veremos que el camino es más sencillo de lo que pensábamos y nuestra meta resulta, sin duda, alcanzable.
Para los que pensáis que esto son modelos de psicología barata que no funcionan, os lanzo una pregunta abierta: ¿Por qué consideras una pérdida de tiempo hacerte preguntas a ti mismo sobre cómo solucionar un problema o alcanzar una meta?