¿Aún te preguntas si conviene hacer vídeo para promocionar un inmueble en internet? ¿No sabes por dónde empezar para hacerlo útil y vistoso sin complicarte demasiado la vida? Tal vez necesites un poco de ayuda.

La primera de las preguntas tiene una respuesta inequívoca: sí, conviene hacer y publicar vídeos en los anuncios inmobiliarios. En este año 2017, ya no hay ninguna duda de que el vídeo es el rey de internet.

Hace poco más de un mes Youtube anunció que había alcanzado la cifra de 1.000 millones de horas de vídeo vistas cada día. Impresionante, pero no vale como ejemplo: los vídeos de gatitos o de bebés haciendo cosas graciosas no tienen la misma audiencia ni objetivos que un vídeo inmobiliario.

Hay que entender que estamos hablando de vídeos orientados al marketing online: un 69% de las empresas hace sus vídeos para las redes sociales, un 39% para captar leads e impulsar sus ventas, según un reciente informe de Flimp Media citado en Puromarketing. Y de eso precisamente se trata: de ofrecer información atractiva del inmueble en un formato de fácil consumo. Pero, ¿cómo se hace?

Consejos para un buen vídeo inmobiliario

Las agencias inmobiliarias no tienen a su alcance a un Spielberg capaz de rodar un vídeo promocional espectacular. Pero tampoco hace falta: con tener en cuenta unas cuantas claves podemos obtener un resultado satisfactorio con una inversión moderada en medios y en horas de trabajo. Aquí van algunos consejos:

  • Montaje claro. Hacer algo tan sencillo como grabar un vídeo por cada estancia del inmueble y luego montarlos uno tras otro, es la clave.
  • Herramientas. Para ese montaje necesitarás una herramienta de edición. Las profesionales de Adobe (Premiere y After Effects) tienen muchas posibilidades, pero también resultan más caras: es difícil sacarle partido a todo lo que ofrecen. Soluciones gratuitas, como Avidemux (para Windows, Linux y MacOS), Jahshaka o incluso Movie Maker (que venía instalado en versiones anteriores de Windows y ahora ya no tiene soporte oficial) pueden ser buenas opciones, aunque hay muchas otras.
  • Estructura. Para ayudar a entender qué se está viendo, es importante apoyarse en textos descriptivos: una carátula al comienzo con título y datos básicos (zona, precio, habitaciones, descripción en general); un rótulo para cada estancia (salón, dormitorio 1, baño, terraza…); y una carátula de cierre con una ficha profesional (datos de la agencia, dirección web, teléfono de contacto…).
  • Música. Un vídeo sin audio resulta desconcertante. La mejor solución es poner una música que acompañe al espectador. ¿Qué tipo de música? Al gusto de la agencia, pero mejor si ambienta sin distraer. Eso sí: que no esté protegida por derechos de autor. Las licencias Creative Commons permiten utilizar música libre, aunque también hay que respetar los términos que se fijan (que permitan un uso comercial y que aparezcan los créditos de autoría, si fuese el caso). Jamendo es una de las principales plataformas para encontrar este tipo de música, pero en la página de Creative Commons se pueden encontrar otras opciones.