Por Xavier Lozano Guillot, director de Desarrollo Inmobiliario de INFINITUM
En España, el mercado de la vivienda de lujo ha crecido de manera exponencial en los últimos años, con una oferta que ha aumentado un 150% en los últimos cinco años, según datos del Informe del Mercado de la Vivienda de Lujo en España realizado por INFINITUM y Fotocasa en 2024. Este segmento representa aproximadamente un 2% del total de viviendas en el mercado, pero su impacto es notable debido al alto valor de cada transacción, que suele superar los dos millones y medio de euros. Este dinamismo refleja no solo una alta demanda de propiedades exclusivas, sino también el creciente interés por el estilo de vida único que estas viviendas ofrecen.
Sin duda, estos datos nos muestran como el mercado de la vivienda de lujo en España ha experimentado una gran transformación, marcada por un cambio en las prioridades y expectativas de los compradores de alto poder adquisitivo. Antes, los compradores se centraban únicamente en la inversión a largo plazo o en la revalorización de un inmueble, mientras que ahora las prioridades se han desplazado hacia la búsqueda de exclusividad y experiencias únicas.
Hoy en día, adquirir una propiedad de lujo no es solo una inversión en ladrillo, sino una búsqueda de la calidad de vida que los propietarios desean alcanzar. Las zonas exclusivas, tranquilas y bien conectadas son un requisito indispensable. Lugares como La Moraleja en Madrid, la Costa del Sol en Marbella (Málaga) o INFINITUM en la Costa Dorada, son ejemplos paradigmáticos de este tipo de entornos.
En otras palabras, no se trata únicamente de vivir rodeado de belleza natural o en áreas icónicas, sino de contar con todas las comodidades y servicios necesarios a pocos minutos de distancia. Además, la pandemia ha incrementado la preferencia por viviendas en entornos más privados, como chalets unifamiliares, que ofrecen espacios amplios, terrazas, jardines o incluso piscinas. El auge del teletrabajo y la necesidad de espacios multifuncionales también han influido en esta tendencia.
A diferencia de los que muchos hemos creído hasta hace relativamente poco, en el sector de la vivienda de lujo, el precio, aunque elevado, no es el principal motor de decisión. Lo que realmente importa a este tipo de comprador es la calidad. Por un lado, los compradores exigen materiales de construcción de primera categoría, diseños arquitectónicos impecables y acabados de lujo. Por otro lado, valoran los servicios adicionales. El mismo informe de INFINITUM y Fotocasa, por ejemplo, indica que aquellas propiedades que incluyen garajes privados, piscinas particulares, zonas deportivas como campos de golf e incluso terrazas amplias tienen una demanda superior. Asimismo, servicios personalizados como equipos de conserjería 24/7, limpieza o mantenimiento son imprescindibles para este target.
Más allá del inmueble, los compradores de viviendas de lujo buscan experiencias. Varios artículos señalan que el estilo de vida de las personas con alto patrimonio neto ha cambiado, enfocándose más en vivir momentos únicos y memorables. Las viviendas de alto standing como las que se encuentran dentro del resort de INFINTIUM están respondiendo a esta demanda ofreciendo actividades y eventos exclusivos para sus residentes, desde actividades de bienestar hasta showcookings privados con chefs galardonados. Cada vez se valora más el “sentido de comunidad” entre los residentes de estas propiedades. Este tipo de iniciativas no solo refuerzan el atractivo de estas propiedades, sino que también responden a una necesidad humana esencial: pertenecer a un lugar.
El lujo, en definitiva, no es solo una cuestión de opulencia, sino de distinción. Los compradores de este tipo de propiedades buscan viviendas que reflejen su estilo de vida y su identidad. Los clubes privados asociados a estas comunidades fomentan un entorno social que combina confort y exclusividad, permitiendo a los propietarios socializar con personas que comparten sus intereses y del mismo estatus económico.
En conclusión, el comprador de vivienda de lujo en España busca más que una propiedad: busca un estilo de vida. Desde una ubicación privilegiada hasta servicios personalizados y experiencias compartidas. Para el comprador de lujo, la verdadera riqueza está en encontrar un hogar que combine todos estos elementos en un equilibrio perfecto. Y es ahí donde el sector inmobiliario debe adaptarse a estas nuevas demandas para satisfacer sus necesidades.
