El PropTech parece estar en boca de todos. No cabe duda de que el tema es tendencia en el mundo inmobiliario.

Pero no es una moda y ha venido para quedarse. Los expertos en la materia coinciden en que las tecnologías ya han marcado un antes y un después en el sector inmobiliario. Y auguran un futuro en el que no solo habrá que adaptarse al cambio, sino hacer lo posible por liderarlo.

PropTech: el concepto

“PropTech es la conjunción de palabras ‘property’ y ‘technology’, es decir, sector inmobiliario y tecnología. Hace referencia a las start-ups o empresas tecnológicas que utilizan las nuevas tecnologías para desarrollar nuevos modelos de negocio o digitalizar diferentes áreas dentro del sector inmobiliario”, explica Rodrigo García de la Cruz, uno de los responsables del portal PropTech.es y CEO de Finnovating, compañía impulsora, junto con Savills Aguirre Newman, de esta iniciativa.

“El PropTech no es, ni más ni menos, que la transformación digital del sector inmobiliario. En realidad no es algo nuevo: la transformación comenzó hace años, sobre todo con la llegada de internet y los portales inmobiliarios. Sí que es cierto que estamos viviendo un momento muy efervescente, porque están surgiendo tecnologías muy disruptivas: realidad virtual, blockchain, Big Data…, pero el proceso comenzó hace décadas.

Y es un concepto muy amplio, que abarca desde los nuevos materiales de construcción a las aplicaciones que ponen en contacto a propietarios y compradores”, indica Jorge Zanoletty, asesor en transformación digital y CEO de PropTechLab, un escaparate de nuevas tecnologías en el sector inmobiliario y spin off tecnológica de WorldOfficeForum.

En continuo crecimiento

Según el Observatorio PropTech que se acaba de publicar, en el último año se han doblado las empresas que forman parte del Mapa InsurTech España, con lo que ya son casi 200. El 69% de ellas colaboran con grandes empresas inmobiliarias y 53% colabora con tres o más players del sector.

Es decir, cada vez hay más start ups dedicadas a la innovación en las tecnologías aplicadas al mundo inmobiliario, y el propio sector se está aliando con ellas. Y todo ello, en múltiples frentes, porque el PropTech engloba portales y marketplaces, tecnologías peer to peer (contacto entre particulares), Big Data, blockchain, realidad virtual, la inversión inmobiliaria colectiva o crowdfunding inmobliario, la domótica para crear smart homes (casas inteligentes) y el internet de las cosas.

PropTech: la transformación digital que cambia el negocio inmobiliario

Tecnologías para la intermediación inmobiliaria

Por lo que respecta a la compraventa de inmuebles, las tecnologías más destacadas dentro de este conjunto son los diversos softwares para gestionar la cartera de inmuebles y optimizar el contacto con los clientes, la realidad virtual y la realidad aumentada que permiten realizar visitas a los inmuebles sin necesidad de desplazarse y algunas aplicaciones de marketing inmobiliario.

“Hoy en día la tecnología la está capitaneando el usuario final a través de móviles y tablets. Hasta hace unos años eran las empresas las que imponían la innovación y la tecnología, pero hoy son los usuarios finales, los clientes, quienes la demandan. Y nadie, ni las empresas más grandes ni las más pequeñas, ni las más tradicionales ni las más innovadores, deben quedar fuera de lo que piden los clientes.

El usuario actual quiere información en tiempo real, exacta, de fácil acceso. Y si no somos capaces de ofrecerla, tarde o temprano acabaremos desapareciendo”, afirma Rodrigo García de la Cruz.

La transparencia, factor clave

Uno de los mayores cambios que han supuesto las nuevas tecnologías en la compraventa de inmuebles es el acceso a la información.  “El factor más disruptivo del PropTech es la transparencia: el mercado inmobiliario siempre había adolecido de opacidad, de dificultad para acceder a una información muy fragmentada y repartida entre mediadores, consultores, tasadores, registradores, la agencia tributaria, etcétera.

El negocio, en realidad, se basaba en pagar una comisión por la información que facilitara la compra o el alquiler de un inmueble, más que en un asesoramiento real. Pero la tecnología ha cambiado el acceso a esa información. Y los usuarios hoy en día ya cuentan con aplicaciones en las que pueden vender o comprar un piso sin comisiones según el precio, sino que pagan una cuota fija pequeña que les permite tratar directamente con el propietario o el comprador, sin la figura del intermediario”, explica Jorge Zanoletty.

El futuro de la intermediación inmobiliaria, por tanto, será muy distinto al que hemos conocido hasta ahora: “Ese papel del intermediador que simplemente facilitaba información ya se está perdiendo. Los intermediarios tienen que cambiar su negocio y asesorar realmente, no simplemente ofrecer unos datos que ya están disponibles”, añade Zanoletty.

Liderar la innovación

El sector inmobiliario es, todavía, uno de los menos digitalizados. Los expertos auguran un gran crecimiento en los próximos tiempos, tanto de startups como de la inversión por parte de las grandes empresas del sector. “No hay que perder de vista que lo importante es llegar al cliente final, que cada vez cuenta con más alternativas, y más eficientes, que le permiten demandar del sector lo que más se adapte a sus necesidades”, dice Rodrigo García de la Cruz.

“La actitud no puede ser en ningún caso la de esconder la cabeza bajo tierra, aparentar que no pasa nada. Como mínimo hay que estar al día de las tendencias, saber lo que viene y vencer la resistencia al cambio que aún tiene parte del sector. Y yo iría más allá: las empresas inmobiliarias, tanto las grandes como las pequeñas, no se pueden permitir esperar a ver qué hace el vecino y copiar las innovaciones de otros, porque mientras esperan quizá ya sea tarde. Hay que liderar ese cambio. Con tantas innovaciones es difícil saber hacia dónde va a evolucionar el PropTech y qué cambios se van a imponer, pero desde las empresas lo interesante es experimentar, probar nuevos modelos de negocio y ver qué aceptación tienen. Así es como encontrarán las opciones de éxito. O innovamos o nos quedamos fuera”, concluye Jorge Zanoletty.