La aparición del SARS-CoV-2 nos ha llevado a replantearnos medidas hasta ahora consideradas innecesarias para preservar la salud y la seguridad, sobre todo, en aquellas edificaciones con un flujo constante de personas.

Entre estas edificaciones se encuentran los centros educativos: colegios, institutos, guarderías, universidades… Que no solo reúnen cada día a cientos de alumnos, si no al cuerpo docente, servicios de limpieza, conserjes, padres y, en definitiva, un elevado número tanto de niños como de adultos que se concentra varias horas al día en los mismos espacios.

Si bien es cierto que se ha demostrado que el virus no tiene una especial incisión en los más pequeños, sí que se confirma que aunque en sí mismos los colegios no son un foco de infección, sí pueden amplificar de la transmisión. De hecho, se consideran a dichos centros como el tercer ámbito donde se dan más casos de brotes, incluyendo institutos y universidades. 

Por otro lado, es importante comentar que, en los centros educativos, sobre todo aquellos en los que los niños son más pequeños, es habitual la aparición de virus que hacen enfermar a toda la clase y, más tarde, a los padres de estos niños.

Por ello, el que la COVID-19 nos haya traído nuevas medidas higiénicas conseguirá a futuro reducir los contagios con los que ya nos veníamos encontrando que, aunque no tan graves, sÍ son importantes.

Una de las medidas que más se está llevando a cabo por su facilidad, rapidez, fiabilidad y bajo coste es la instalación de purificadores de aire en los conductos de ventilación, consiguiendo llegar así a todos los espacios de los centros y mantener el aire limpio. De este modo, las probabilidades de contagio por el aire decrecen hasta casi desaparecer. 

Nuevas medidas de seguridad en los centros educativos: ventilación mecánica

Ventilación natural vs ventilación mecánica

La ventilación natural es insuficiente en estos casos, puesto que tiene una serie de inconvenientes, como es el frío. La ventilación mecánica puede atemperar el aire, barriendo el aire viciado mejor que de forma natural, porque se pueden controlar los puntos de entrada y salida. De este modo, tampoco dependemos de la acción de una persona: el sistema de forma autónoma en todas las horas de ocupación.

Además, con los equipos de ventilación mecánica podemos asegurar los caudales: desde todas las asociaciones e incluso administraciones como el Ministerio de Sanidad o Ciencia, se recomienda aportar 12,5 litros por segundo por persona de aire exterior. Controlar esto de forma natural es muy complicado, porque siempre se depende de las condiciones exteriores, las condiciones del aire y las diferencias de temperatura, que generan movimientos conflictivos del aire.

Garantizar esto de manera natural durante todos los días del ciclo escolar es imposible. Por ello, y con el objetivo de asegurar los caudales, hay que apostar por la ventilación mecánica, que además consigue captar las partículas de aerosoles que quedan pegadas en sus filtros y no dañan nuestro sistema respiratorio. De este modo, podremos llevar a cabo un control total sobre la ventilación.

La ventilación mecánica, una medida complementaria en colegios

Cada vez son más los colegios que toman esta solución como una medida adicional a los geles hidroalcohólicos o a las mascarillas, siendo innegable la necesidad en centros educativos, especialmente en aquellos que se encuentran en ambientes con un nivel de polución alta, donde de forma natural los contaminantes entran al interior del aula. Una solución interesante es la instalación de barreras de protección: filtros mecánicos de alta eficiencia o incluso filtración química en zonas de muchas contaminación. De hecho, desde 2007 es obligatorio por el reglamento de instalaciones técnica en los edificios. 

Así, con instalaciones cuyo aire está constantemente siendo purificado, se consigue eliminar no solo virus, sino también otras bacterias o alérgenos que afectan a nuestro sistema respiratorio.

Active Pure es una tecnología medioambiental exclusiva desarrollada por la NASA que es capaz de limpiar todas las zonas comunes de la construcción. Contar con ella es tan fácil como instalar el purificador Induct en los conductos de ventilación, un aparato completamente insonoro, que trata todo el espacio aéreo de manera segura, rápida y potente.

A diferencia de los sistemas portátiles, no hace ruido, por lo que no afecta a las clases. Trata todo el espacio aéreo y es considerado el purificador más seguro, potente y de rápida actuación.

Este tipo de avances y sistemas tienen como destino lógico su instalación en todos los edificios o construcciones en las que el tránsito de personas sea importante y constate.