Resolver el problema de acceso a la vivienda de los jóvenes es uno de los mayores retos del sector inmobiliario. La necesidad de un alto ahorro inicial hace casi imposible la compra a edades tempranas, por lo que el alquiler suele ser la vía elegida para la emancipación. Pero los precios actuales tampoco lo ponen fácil. La situación podría cambiar con un mayor parque de vivienda pública a precios asequibles, que haría bajar también el precio de la oferta privada, y sería una medida mucho más efectiva a largo plazo que las ayudas directas a los inquilinos. Así nos lo ha explicado Manel Rodríguez, director general de la promotora inmobiliaria Salas, con experiencia en la colaboración público-privada para la construcción de vivienda, en esta entrevista realizada en SIMA

Fotocasa: Ante el incremento del 4,7% de los precios de alquiler, ¿qué medidas se deben tomar para la accesibilidad a la vivienda?

Manel Rodríguez: Nosotros consideramos que la vivienda debe ser objeto de una acción pública importante. Hoy día, si miramos los presupuestos del Estado tenemos la sanidad, la educación y las pensiones como elementos fundamentales, pero creo que la importancia que tiene la vivienda para la población es superior a la que puede tener la inversión en carreteras o en vías de tren de alta velocidad. En ese sentido pensamos que ha de haber una inversión importante del Estado, directamente presupuestaria, para conseguir promover vivienda social, vivienda asequible

No me refiero con eso a que toda la demanda de vivienda sea satisfecha mediante vivienda social asequible financiada o cofinanciada por la Administración, pero sí a que haya un parque importante de vivienda que haga regular el precio del mercado. Si conseguimos que el porcentaje de vivienda pública o vivienda social, que en estos momentos es ridículo en nuestro país y debe estar en un 2 o 3%, alcanzara cifras del 10 o 15% como en otros países desarrollados de nuestro entorno, eso regularía de por sí la oferta del mercado y obligaría a que el mercado privado se ajustara. 

Nosotros estamos ya trabajando en numerosos proyectos de colaboración público-privada, en este caso en Catalunya, en un modelo en el que con la colaboración de la Administración con la aportación de suelo, subvenciones y nuestra gestión privada se consigue poner en el mercado vivienda social a un precio de alquiler muy asequible. 

Fotocasa: ¿Cómo se podría ayudar a los jóvenes a emanciparse?

Manel Rodríguez: La generación joven no va a tener fácil poder comprar una vivienda. Las condiciones financieras hacen que para poder comprar una vivienda tengas que tener un 30% de fondos propios: un 20% del valor de la vivienda más un 10% de gastos. Y la gente joven no tiene ese ahorro. El acceso a la primera vivienda de la gente joven yo creo que se encaminará a través del alquiler. En ese sentido hace falta poner en el mercado vivienda asequible, vivienda con colaboración social destinada a ese público joven, con un alquiler bajo que le permita incluso ahorrar para luego pasar a vivienda privada. 

Nosotros somos más partidarios de que se ayude a promover ese parque de vivienda social o vivienda pública antes que aportar directamente ayuda al inquilino. La ayuda directa al inquilino resuelve el problema de hoy, pero no resuelve el de mañana. Si hoy ayudamos al inquilino a pagar una vivienda que es cara, dentro de 10 años tendremos que seguir ayudando a los inquilinos a pagar viviendas caras. Yo creo que el proceso correcto debería ser generar un parque de vivienda pública, público-privada, asequible o social que hiciera bajar el precio, con lo cual no tendríamos que ayudar a los jóvenes el día de mañana. 

Fotocasa: ¿Qué papel tendrán la digitalización y la sostenibilidad en el sector inmobiliario?

Manel Rodríguez: El sector promotor y de la construcción lleva un par de décadas de retraso en este tema, y ha llegado la hora de ponernos al día. Es un proceso que había empezado en el 2000, pero que en nuestro sector se vio truncado por la crisis financiera e inmobiliaria mientras que otros sectores continuaron avanzando. Ahora, después de un periodo en el que el sector se ha reactivado, nos toca dar el paso de poner al día esas viviendas, evolucionar hacia una construcción más sostenible, más eficiente energéticamente, una construcción que tiene que ser industrializada, porque no podemos dar respuesta a los problemas del futuro con soluciones del pasado. Hay que incorporar soluciones tecnológicas que ya vemos en los coches o en los móviles pero en la vivienda han tardado en llegar. 

Fotocasa: ¿Cuáles son las claves que deben tener en cuenta los inmobiliarios para afrontar el 2022 y el 2023?

Manel Rodríguez: Es una pregunta complicada. El sector está en un momento difícil a nivel de previsión de futuro, sobre todo. Nuestros proyectos son lentos de desarrollar, es perfectamente normal que tardemos 3 o 4 años en desarrollar un proyecto. Es muy difícil siempre prever las situaciones del mercado a tan largo plazo, y más cuando nos encontramos con unas circunstancias tristemente como las de hoy, con una guerra en Europa, una situación para muchos impensable hace cuatro días. Inevitablemente eso nos desestabiliza como sociedad y como economía. No vamos a estar tranquilos mientras esa situación se esté dando, y se superpone a la situación de la pandemia, una inflación muy alta, unos tipos de interés muy bajos que no van a poder seguir siendo tan bajos. 

Es complicado en estos momentos tomar decisiones en proyectos de tan larga duración. Estaremos ahí, analizando el mercado día a día y viendo cómo va evolucionado. Yo creo que va a ser crítico el periodo de ahora a septiembre: ver si conseguimos que se paralice la situación de guerra en Ucrania, se normalice la situación energética, se estabilice la inflación… Tenemos mucho trabajo por delante.