Ya lo dice el refrán: el que algo quiere, algo le cuesta. Y si un cliente quiere contar con un servicio profesional que le ayude a vender su propiedad en las mejores condiciones posibles y con todo el saber hacer de un experto inmobiliario, debe renunciar al deseo de vender el inmueble por su cuenta.
Sin embargo, no todos los clientes lo ven tan claro de entrada. Para aquellos que se empeñan en querer mantener su anuncio particular, hemos preparado una serie de argumentos de pesos que conseguirán que cambien de ideas (o que nos hagan concluir que no es el tipo de cliente con el que queremos trabajar).
1. No podemos ser competencia
En muchas ocasiones, el propietario pretende seguir anunciando su inmueble a un precio más bajo (porque cuenta que no pagará honorarios profesionales), o incluso al mismo precio pero con mayor disposición a rebajarlo en cualquier momento. Para ese cliente, la labor del asesor inmobiliario parece ser solo llevarle posibles compradores, sin valorar todo lo que aporta el trabajo especializado. Y eso es lo que se le debe transmitir.
2. Compromisos de ambas partes
El contrato del encargo de venta debe especificar todas las condiciones que permitirán llevar a buen fin esa operación inmobiliaria. Y eso incluye compromisos por parte de la agencia inmobiliaria, pero también de parte propietaria. Detallar todas las acciones que la agencia se compromete a realizar ayudará a los vendedores a aceptar que también deben poner de su parte.
3. Los servicios son beneficios
Además de listar todos los servicios que ofrece un asesor inmobiliario, es importante remarcar los beneficios que se derivan de cada uno de ellos. Por ejemplo: la experiencia en marketing inmobiliario, la inversión en publicidad, imágenes de calidad, posiciones destacadas en los portales… Todo suma para que la vivienda sea más atractiva de lo que se deriva de un anuncio particular, y se multiplican las opciones de venderla en las mejores condiciones.
La experiencia en negociación es otro plus destacable, así como el conocimiento amplio y continuado de la situación del mercado inmobiliario. Se trata, en definitiva, de hacer llegar las ventajas de contar con asesoramiento especializado a lo largo del proceso de compraventa, más allá de los primeros contactos con posibles clientes compradores.
Una vez vean claro el valor de nuestro trabajo será más fácil que acepten que no pueden mantener su anuncio publicado.