A la hora de hacer una visita con clientes compradores se nos plantean siempre varios dilemas para que la visita fluya de manera positiva y logremos nuestro objetivo: que es conseguir la compraventa de ese inmueble. 

Pero, ¿qué sucede con el propietario de la vivienda? ¿Debe estar mientras se visita la vivienda o es mejor que no? ¿Qué es lo más adecuado para evitar errores?

Si tuviéramos que daros un consejo principal, os diría que lo mejor es que los propietarios no estén en la vivienda en la hora de la visita. Pero, ¿por qué motivos?

  • El comprador tendrá la sensación de estar invadiendo el espacio de alguien y no estará cómodo en la visita
  • Al tener al propietario delante, no se sentirá libre de preguntar ciertas cosas de la vivienda y no querrá darnos toda la información que necesitamos para ayudar a ese comprador a decidirse por la vivienda que estamos visitando
  • El propietario puede cometer errores y fastidiar la negociación, sencillamente porque no es un profesional de esto
  • Al meter un elemento externo como es el propietario, podemos perder las riendas de la visita y que el cliente comprador no encuentre necesario trabajar con un profesional inmobiliario

¿Qué debemos hacer a la hora de programar una visita con un cliente?

Siempre que podamos, hablaremos con los propietarios para que, en la medida de lo posible, no estén en la visita con los clientes. Si no viven en el lugar pero no quieren dejar las llaves a nadie, debemos hacerles ver que este tema se soluciona firmando un documento de depósito de llaves con la inmobiliaria y que les avisaremos cada vez que vayamos a la vivienda para quitarles ese miedo. Además, debemos ser transparentes y explicarles por qué es mejor  que no estén para hacer una buena venta de su vivienda.

Después de la visita, podemos organizar un encuentro con los clientes, sobre todo si ya han hecho la oferta (incluso a través de videollamada), para comentarles el resultado de la visita. Es una buena manera de ayudarles a q podremos ya organizar un encuentro previo con los clientes, sobre todo si ya han hecho la oferta o incluso una videollamada para comentarles el resultado de la visita de manera que se queden mas tranquilos en ese aspecto.

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¿Pero qué pasa si los propietarios siguen viviendo en el inmueble?

Cuanto más amplio sea el horario de visitas, mejor será para la comercialización de nuestros inmuebles. Si los propietarios están viviendo en el inmueble, es muy probable que en algún momento coincidamos con ellos. ¿Qué podemos hacer en estos casos para que los propietarios no estén y no ocurra lo que describíamos al principio?

Lo primero que tenemos que hacer es explicarles la importancia de que no estén en el inmueble, así como la necesidad de que el mismo esté presentable. Esto lo hablaremos en otros artículos. 

Para ello, les explicaremos de manera transparente los inconvenientes que tiene que estén presentes para hacer una buena compraventa. Y estableceremos con ellos acuerdos para no perjudicar la compraventa, ni perturbar la vida de ese hogar

Por ello, os aconsejamos que deis los siguientes pasos con ellos: 

  • Establecer espacios de tiempo u horarios acorde con la vida de los propietarios para ver si dentro de lo posible, las visitas pueden hacerse en horarios en los que no suele haber gente en el inmueble
  • Si no es posible que las visitas se realicen en esos horarios la visita, sería interesante que los propietarios puedan, o bien abandonar el inmueble en ese momento o retirarse a un rincón apartado para no intervenir en la visita
  • Si hay animales de compañía, intentar que no estén sueltos durante la visita 
  • Que el propietario/a se abstenga de hacer comentarios a los compradores sobre la vivienda o cualquier otro para no interferir en el proceso de maduración del cliente comprador

Es recomendable dar estos consejos por escrito, así como un listado de cosas que deben preparar en el inmueble para hacer la visita. Algo así como una lista de tareas que sea un pequeño acuerdo entre las partes. ¿El objetivo? Hacer una buena comercialización del inmueble. 

En el caso de que el propietario no siga estas recomendaciones, nuestra obligación será hacerle saber que está perjudicando la venta de su inmueble. Por otra parte, y una vez hayamos salido del inmueble y sin la mirada de la propiedad, sería interesante mantener una charla con los posibles compradores para cotejar su estado de ánimo, saber qué les ha parecido el inmueble y conocer las impresiones u ofertas que nos puedan hacer.

Sabemos que esta situación es algo embarazosa y difícil de gestionar, pero si somos transparentes y nos anticipamos a lo que pueda suceder con los propietarios, podremos gestionar y corregir la situación para agilizar la compraventa de nuestra cartera de inmuebles.