En cualquier empresa, organización o comunidad, la gestión de los recursos supone un hito importante a la hora de optimizar los resultados. En el sector inmobiliario resulta esencial saber con qué herramientas contamos y dónde debemos reforzarnos para mejorar, no solo nuestra cuenta de resultados, sino la rentabilidad y viabilidad del negocio en el futuro.

La gestión de recursos consiste en cuantificar, planificar y organizar los recursos existentes, así como proyectar la inversión necesaria para el mantenimiento y crecimiento de tu negocio. Los recursos no son unidades independientes, sino que están relacionadas entre sí a través de un plan de gestión de recursos que asigna o enlaza un determinado recurso a una parte de la actividad del negocio, como por ejemplo: cuántas personas necesito para captar inmuebles, qué presupuesto voy a dedicar a marketing de contenidos, o qué herramientas tecnológicas necesito para la gestión de leads.

Para empezar, podemos agrupar los recursos en cinco grandes bloques: recursos financieros, recursos físicamente tangibles, recursos tecnológicos, recursos de reputación empresarial, y recursos humanos. Vamos a describir a continuación en qué consiste cada uno de ellos.

Dime de qué recursos dispones y te diré qué inmobiliaria eres

Recursos financieros de la agencia inmobiliaria

Son los que se refieren a la capacidad de inversión y de endeudamiento de tu negocio contando con indicadores como el capital propio, las partidas de gasto/inversión, la rentabilidad, el beneficio o el margen, entre otros.

Recursos físicamente tangibles

Este grupo contiene aquellos que definen tu capacidad de generar oportunidades de negocio, ya sea por ubicación, ámbito geográfico, tamaño de la oficina, flexibilidad de generación de leads y captación de inmuebles, etc…

Recursos tecnológicos

Aquí se pueden englobar aquellos recursos que tienen que ver con la innovación del negocio (sistemas informáticos, ERP’s de gestión, medios para el flujo de comunicación interna y externa de la empresa,…) y también aquellos que hacen referencia a otros intangibles de valor (registro de marca, derechos de propiedad industrial y/o intelectual, desarrollo en digitalización,…).

Recursos de reputación empresarial

Este bloque algo abstracto se relaciona con aspectos intangibles como el valor de la empresa como marca, la reputación dentro del sector inmobiliario con respecto a otros competidores, el nivel de reconocimiento e identificación por parte del cliente, la amplitud de mi red de contactos y relaciones con clientes, empresas, organismos sectoriales y la propia administración pública. 

Dime de qué recursos dispones y te diré qué inmobiliaria eres

Recursos humanos en la agencia inmobiliaria

El factor humano es sin duda determinante en el análisis de recursos. Para ello, no solo hay que valorar la cantidad de personas implicadas en mi proyecto, sino el nivel de compromiso y lealtad con el mismo.

Las aptitudes junto con las actitudes del equipo son fundamentales, por lo que es necesario valorar, potenciar e invertir en elementos como la experiencia, la formación, la capacidad de adaptación, la versatilidad y el entusiasmo del equipo en el objetivo común.

Análisis de recursos y coste de oportunidad

En economía básica se utiliza el concepto “coste de oportunidad” para decir coloquialmente, que los recursos disponibles son limitados, de tal modo que un aumento en una de las variables traerá consignó, por definición, una disminución en otra parte del presupuesto. Por este motivo es determinante no solo hacer un correcto análisis de necesidades en cuanto a recursos, sino también una adecuada asignación de los mismos a los proyectos y actividades correspondientes, procurando minimizar las desviaciones por exceso o por defecto.

El análisis de recursos sirve para:

  • Tener una visión global real del negocio a nivel de gestión.
  • Distribuir las tareas con eficacia.
  • Mejorar la comunicación interna conociendo el alcance de cada acción.
  • Establecer objetivos realistas y proporcionales a los recursos asignados.
  • Planificar con mayor acierto las previsiones futuras.

Una simple hoja de cálculo puede servir como punto de partida para establecer esta “lista” de recursos necesarios y en qué los voy a emplear. Asimismo, el seguimiento de esta planificación, cruzándose con los datos de retorno a nivel facturación/beneficio, nos puede servir de ayuda para la siguiente previsión y asignación de más o menos recursos para cada línea de actividad.

En definitiva, la correcta previsión y asignación de recursos – sin escatimar y sin despilfarrar – harán que la eficacia derivada de los mismos, provoque que el engranaje de mi agencia inmobiliaria funcione mejor y de manera más eficiente.