Aunque ya hemos avanzado mucho, al sector inmobiliario todavía nos falta mucho por mejorar nuestra imagen de cara a la sociedad. Para conseguirlo, todos los segmentos profesionales que participamos en el mercado de la vivienda debemos poner foco y tomar las medidas necesarias. Las agencias inmobiliarias no podemos quedarnos atrás. Debemos ser conscientes de que podemos hacer mucho para cambiar esta situación y el primer paso es mejorar la reputación corporativa de nuestra agencia inmobiliaria. 

Todas las agencias inmobiliarias ofrecen lo mismo: una objeción fácil de salvar

Qué significa la reputación corporativa

Cuando hablamos de reputación corporativa nos referimos a la imagen que los consumidores, o clientes en nuestro caso, tienen de nuestra marca, es decir, es aquello que les viene a la cabeza cuando piensan en nosotros. Aquí hablamos de los valores que transmite una marca cuando hablan de nosotros o nos recuerdan, pero no siempre son positivos. 

Ya comentamos que, como sector, la imagen que se tiene de nosotros es bastante negativa en general. Se considera que cobramos mucho dinero, que no cuidamos bien al cliente, que somos poco profesionales e, incluso, que somos un mal necesario para comprar la vivienda que buscaban. 

Es cierto que la mayoría de nuestros clientes, cuando nos conocen realmente y les hemos ayudado durante todo el proceso de compra o venta, cambian su opinión. Sin embargo, esto no ocurre con todas las personas que han solicitado nuestros servicios. En el caso de los compradores o los inquilinos, se quejan de que no han recibido respuesta de la inmobiliaria o de que no les han vuelto a llamar desde la visita que hicieron en su día. 

Consejos para mejorar la imagen de la agencia

Son varios los aspectos que podemos tener en cuenta para cuidar nuestra imagen corporativa y que los clientes nos perciban de la forma que deseamos. A continuación, veremos aquellos que son fundamentales para lograrlo. 

Satisfacción de los clientes

Es muy importante conocer qué piensan nuestros clientes de los servicios que prestamos y son muy pocas las inmobiliarias las que hacen este ejercicio. A través de encuestas online, aunque no obtengamos un gran porcentaje de respuestas, podemos saber cómo valoran compradores, inquilinos o propietarios el trabajo realizado.

Una buena herramienta es SurveyMonkey, que permite realizar encuestas online de forma gratuita y obtener un informe con las respuestas obtenidas. Además, es totalmente confidencial, algo para tener en cuenta en este tipo de acciones. 

Pero en nuestros días, están tomando una gran importancia las reseñas en el perfil de empresa de Google, donde los clientes valoran de 1 a 5 qué les ha parecido el servicio de nuestra inmobiliaria y pueden incluir comentarios para dar mayor detalle. Sin embargo, a diferencia de los cuestionarios, el detalle que vamos a obtener acerca de la gestión realizada es algo escasa.

Además, muchos profesionales ante un comentario negativo se ven sobrepasados y consideran que tienen una especie de mancha en su expediente. Cuando se da esta situación, lo mejor es contestar lo más amable posible, pedir disculpas y tratar de conseguir una un nuevo contacto personal con el cliente para dar solución al problema con el que se ha encontrado. 

Lo ideal es combinar ambos resultados y realizar las mejoras necesarias para, poco a poco, conseguir que nuestros clientes nos valoren cada vez mejor. 

Mejora de procesos de la agencia inmobiliaria

Ahora que ya sabemos en qué debemos mejorar, tenemos que pensar en cómo influye todo ello en nuestro día a día. ¿Tenemos claros cuáles son nuestros procesos inmobiliarios? Si la respuesta es sí, simplemente debemos implementar en ellos los cambios que estimemos para ir mejorando en cuanto a la satisfacción de nuestros clientes. 

Por el contrario, si no tenemos los procesos bien definidos, puede ser un buen momento para juntarnos todo el equipo y analizar cómo podemos ser capaces de ofrecer el mejor servicio a nuestros clientes. Teniendo en cuenta que, en el caso de una agencia inmobiliaria, existen perfiles de clientes muy diferenciados: compradores, vendedores, inquilinos, arrendadores e inversores. 

Conocer al público objetivo

Y tanto si somos nuevos en el barrio como si ya llevamos tiempo, es muy interesante generar acciones dentro de la propia inmobiliaria que permitan una buena interacción con nuestros vecinos y, por tanto, con nuestro público objetivo. 

Desde desayunos y meriendas solidarias, hasta participar en las fiestas del barrio o municipio, pasando por concursos o crear talleres que puedan resultar interesantes para atraer al vecindario y así darnos o conocer. Un buen momento para poder charlar distendidamente y ver qué es lo que les preocupa con relación a la vivienda y, en la medida de lo posible, tratar de dar solución. 

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Crear contenido de valor

Y ahora que ya nos conocen y que sabemos que es lo que le preocupa a nuestro entorno, ¿por qué no crear contenido que aporte valor? Contenido que podemos publicar en nuestras redes sociales y alternarlo con el resto de las publicaciones que suelen ser más emocionales. 

Por tanto, además postear algún momento de nuestro tiempo de ocio o incluso laboral, podemos también hablar de aquello que sea interesante para nuestro entorno. Por ejemplo, podemos hacer un contenido relacionado con cómo está evolucionando tanto el precio de venta o de alquiler en nuestra zona, cómo está cambiando la oferta hipotecaria en nuestros días o, incluso, qué documentación debe tener preparada un propietario para poder vender su vivienda. 

Como vemos, estos son solo unos consejos de cómo aportando valor a nuestros clientes y mejorando su satisfacción, podemos conseguir mejorar nuestra reputación corporativa. Si todos los inmobiliarios ponemos nuestro granito de arena en este sentido, la imagen que la sociedad tiene de los inmobiliarios también cambia a mejor.