Mejorar en nuestro día a día como profesionales inmobiliarios es una necesidad, puesto que gracias a las innovaciones que vayamos incorporando seremos capaces de conseguir todos aquellos objetivos que nos vayamos marcando. Pero, ¿qué debemos hacer para ser mejores profesionales inmobiliarios? 

Las 7 claves para ser mejores profesionales inmobiliarios

Hay muchas cosas que podemos hacer para ser mejores profesionales inmobiliarios, pero para nosotros, las claves son siete:

1. Plantéate tus objetivos

No podemos pensar en general. La idea es definir dos o tres objetivos más pequeños o específicos que nos aporten beneficios en nuestra profesión. De esta manera podremos diseñar nuestro proceso de autodesarrollo más adaptado a nuestras necesidades reales y de una manera más sencilla. 

2. Piensa en el valor que te aportará

Ahora debemos saber para qué queremos lograrlo. Es decir, los beneficios que obtendremos cuando lo consigamos. Así pasamos de lo racional a lo emocional y nos comprometeremos mucho más a la hora de realizar las tareas y alcanzar las metas que nos hemos fijado. 

3. Analiza tus fortalezas y tus áreas de mejora

Todos tenemos habilidades y conocimientos que nos ayudan a alcanzar nuestras metas y otros aspectos que debemos mejorar para lograr el éxito. De ahí que antes de comenzar a ponernos manos a la obra sea necesario realizar un autoanálisis para identificar nuestros puntos fuertes y nuestras áreas de mejora con relación al objetivo que hemos pensado.

4. Incluye nuevas acciones en tu día a día

Todo lo anterior no sirve de nada si no pasamos a la acción, por lo que debemos pensar en al menos tres acciones relacionadas con cada objetivo para tener una mayor seguridad de que vamos a lograr alcanzar esas celdas. 

Analiza tu competitividad utilizando el modelo de las 5 fuerzas de Porter

5. Mide tus avances es la hora de analizar los resultados

Por eso debemos registrar todo lo que hacemos y los avances que logramos poco a poco. Eso sí, es importante que no nos centremos en los resultados. Siempre debemos tener en cuenta el objetivo.

Es muy difícil percibir los cambios durante los primeros días, de ahí que nos desmotivemos rápidamente si solo pensamos en los resultados que estamos logrando. Si cambiamos y ponemos el foco en el objetivo y, sobre todo, en el para qué de alcanzarlo, será más fácil no perder la motivación y estar mucho más centrado en lo importante.

6. Tomas medidas correctoras

Pensemos en qué estamos haciendo, qué nos está ayudando en todo este proceso y qué debemos mantener, qué deberíamos eliminar y qué deberíamos mejorar. A eso se le llama hacer una retrospectiva. Es decir, debemos pensar en todo el camino realizado ahora que ya tenemos una mayor experiencia y podemos tomar medidas que anteriormente no se nos hubieran ocurrido. 

7. Disfruta del cambio

Para no tirar la toalla es necesario sentir motivación, compromiso y responsabilidad cuando queremos comenzar un proceso de cambio para mejorar en nuestro desarrollo profesional. No podemos olvidarnos de que disfrutar del camino es aún más importante para no desviarnos y no perder las ganas y la fuerza para conseguirlo.