Nos enfrentamos al cierre del año. ¡Y vaya año! Unos meses que no han sido nada fáciles y en los que nos hemos tenido que reinventar constantemente. Ahora que llega el momento de hacer balance de todo lo bueno que hemos conseguido y de aquello que nos gustaría alcanzar en el próximo año, ¿por qué no potenciar nuestra creatividad con algunos sencillos pasos y técnicas? De esta forma es probable que pensemos en poner en marcha acciones que o bien teníamos olvidadas o en las que ni si quiera habíamos pensado. Vamos a por ello. 

La creatividad se puede desarrollar

Podemos pensar que la creatividad es una habilidad innata y es probable que tengamos razón. Hay personas que son muy creativas y son capaces de llegar a nuevas ideas que les ayudan tanto en su vida profesional como en lo personal. Seguramente todos conocemos algún profesional inmobiliario que destaque por tener un pensamiento disruptivo y que impacte positivamente en los clientes.

Incluso podemos pensar en algún agente que ante situaciones difíciles con algún cliente es capaz de salvarlas adecuadamente con una propuesta sorprendente y muy positiva para las dos partes que jamás se nos hubiera ocurrido a nosotros mismos.  

Sin embargo, si no nos consideramos muy creativos o, incluso, queremos potenciar nuestra creatividad mucho más, esta también se puede entrenar. Podemos, por ejemplo, poner en práctica estos sencillos pasos para conseguir desarrollar esta habilidad. Pero, ¿cómo?

Apunta tus ideas

La inspiración no siempre nos llega en el momento que queremos. De hecho, muchas veces nos viene una gran idea sin que lo esperemos. Lo mejor es escribirlas en una agenda o en las notas de nuestro móvil y así podremos retomarlas más adelante. 

Inspírate en otras personas

Podemos leer libros, escuchar podcast, leer blogs o incluso ver vídeos de YouTube o seguir a alguien en redes sociales. Pero también podemos inspirarnos en otras personas de nuestro alrededor. Un compañero de nuestra agencia inmobiliaria, un jefe o a otro agente de la competencia puede ser una buena inspiración. 

Haz lo que te gusta

Y es que, si no nos motiva algo, va a ser difícil que seamos creativos. Centrémonos en aquello que más nos llame la atención o en lo que pensemos que más podemos aportar o cambiar a mejor. Tenemos la suerte de pertenecer al sector inmobiliario, que nos da la posibilidad de mejorar nuestro marketing, nuestra labor comercial, atención al cliente, la parte legal…

Crea un hábito

Es mejor que busquemos momentos en los que fomentar nuestra creatividad. ¿No tenemos una hora a la semana para dejar volar nuestra imaginación? Esto los niños lo hacen constantemente, pero cuando somos mayores lo dejamos de lado, porque parece que no es importante, cuando en realidad sí lo es. 

Conecta ideas

Algo que ya estamos haciendo y que podemos aplicar a otra área de nuestro negocio o, incluso, algo que vemos que se está haciendo en otro sector y que podemos aplicar al nuestro. No se trata de descubrir la pólvora, sino de a conseguir aplicar cambios e innovaciones positivas para nuestro día a día. 

Descansa

Y es que hay veces en las que queremos buscar nuevas ideas pero no lo conseguimos. Lo mejor que podemos hacer en estos casos es cambiar de actividad y retomar nuestra horita creativa más adelante. Salir a hacer deporte, tomar algo con un amigo o con nuestra pareja o simplemente dar un paseo hacen que nuestra mente se centre en otra cosa y que después nos vengan más ideas interesantes. 

Técnica del Googlestorming

La primera técnica, que personalmente me encanta y que podemos aplicar en cualquier momento, siempre y cuanto dispongamos de una conexión a internet y algún dispositivo, es esta. Y es que es muy sencilla. Simplemente abrimos nuestro navegador y en el buscador de Google escribimos una pregunta como “¿cómo puedo mejorar mi inmobiliaria?”, “¿qué herramientas de digitalización utilizan los mejores?” o “¿qué puedo hacer para ser mejor agente?”.

Ahora podemos elegir entre texto, imágenes, vídeos o incluso noticias. A partir de ahí tendremos acceso a todos los resultados y obtendremos una lista de conceptos o ideas buscando página a página. A continuación, ya solo nos queda clasificarlos del primero al último o también podemos agruparlos y después priorizarlos. 

Esta es sin duda una buena herramienta para usar en situaciones en las que no sepamos por dónde empezar.  

Técnica del mapa mental 

Si ya estamos en un siguiente nivel o tenemos una idea más clara de lo que podemos llegar a hacer, esta será nuestra técnica. Consiste en incluir en el centro la idea principal e ir asociando otras palabras clave al concepto inicial. 

Lo mejor es ir visualizando el mapa mental en momentos del día o la semana diferentes e ir profundizando en los conceptos y asociándolos a otros. De esta forma se nos ocurrirán muchas ideas para mejorar un servicio para nuestros clientes. 

En este ejemplo vemos el inicio de un mapa mental en el que hemos comenzado con el cliente en el centro y de ahí salen los compradores, propietarios, arrendadores e inquilinos. Después hemos empezado a pensar en los problemas que se encuentran los clientes que participan en el alquiler para buscar posibles soluciones que podamos aportar. 

Vemos como ambas partes, arrendadores y arrendatarios, buscan seguridad. Los inquilinos tienen miedo a la inseguridad laboral y los propietarios a los desperfectos que se puedan ocasionar o al impago de la renta. Por ello, en el plan de acción incluiremos reunirnos con distintas aseguradoras para conocer qué tipos de productos tienen para cada una de las partes y de qué manera se lo podemos ofrecer a nuestros clientes. 

Esto sería en una primera toma de contacto con la herramienta, pero a medida que vayamos invirtiendo tiempo en este mapa mental, iremos mejorándolo y aportando más soluciones creativas. 

Y es que esta técnica es de las más utilizadas ahora mismo entre los estudiantes para poder comprender y asociar distintos conceptos a una temática concreta, lo que ayuda aplicar la lógica, además de la memoria. 

Además de usarla individualmente, se puede utilizar para una sesión de creatividad en equipo. En este último caso, es mejor hacerlo presencialmente, aunque existen herramientas online incluso compartidas. Por ejemplo, Mindmeister es una herramienta colaborativa que nos permite compartir en la distancia un mismo mapa mental con más personas, aunque también la podemos usar nosotros solos. 

Estos son solo algunos consejos y herramientas para mejorar nuestra creatividad, pero lo fundamental es pensar en que siempre podemos desarrollar más nuestro pensamiento creativo. Así que, como decíamos al principio de este artículo, ¡vamos a por ello!

Y recuerda que, si quieres profundizar más en este tema, puedes ver nuestra master class gratuita “Metodologías de creatividad” de Fotocasa Pro Academy.