La Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios (APEI) constata que los precios de la vivienda en España se están manteniendo y prevé la recuperación del sector inmobiliario para finales del verano si los bancos mantienen la concesión de hipotecas.
La asociación valora el retorno a la actividad “con prudencia”. Y explica que en los primeros días se ha observado que los precios de la vivienda se mantienen, ya que “el mercado no esta saturado de producto y el vendedor, en general, no ha subido el precio. Incluso se dan algunos descensos razonables para ajustarse a los precios de mercado”.
El comprador sigue curioso e interesado
Por su parte, el comprador “muestra curiosidad e interés, pero necesita mayor seguridad sobre lo que va a ocurrir en el trabajo y la economía”, explica APEI. También insiste en la necesidad de que tanto profesionales como clientes cumplan todas las medidas de protección y seguridad exigidas en el momento de las visitas.
Los expertos inmobiliarios estiman que la recuperación del sector no llegará antes de fin del verano. Y muestran su preocupación sobre la reacción de las entidades financieras ante el impacto económico generado por la crisis sanitaria de la COVID-19.
La recuperación llegará al final del verano
“Tememos que los bancos limiten la concesión de hipotecas y que incrementen los requisitos para los préstamos”. El presidente de APEI, Óscar Martínez, alerta de que “esta situación provocaría un parón definitivo en las ventas y en la recuperación del sector”.
Otra de las reacciones observadas desde APEI a través de su red de agencias es que “hay mucha curiosidad por los pisos con terraza, los áticos y las fincas rústicas. En cualquier caso, Martínez explica que las operaciones van “muy despacio” y cree que “la recuperación va a llegar a final del verano.
“El que quiere comprar necesita confianza. Saber lo qué va a pasar con las empresas y los puestos de trabajo. Para hacer movimientos el comprador necesita perder el miedo”, ha señalado
Aumenta la demanda del alquiler
De igual forma, Martínez indica que el impacto la COVID-19 en el alquiler se ha traducido “en una demanda que sigue aumentando y unos precios que no bajan porque la demanda es muy superior a la oferta“, un alza ya previsto anteriormente.
Otro de los aspectos que ha favorecido la crisis sanitaria es que alquileres vacaciones se hayan derivado hacia los alquileres ordinarios.”La rentabilidad del alquiler residencial es mas baja que la del vacacional. Sin embargo, es una tendencia que observamos”, ha apuntado.