Los costes directos de construcción en edificación residencial, que comenzaron a moderar su ritmo de crecimiento en 2022, se estabilizaron en el primer semestre de 2023, con una ligera subida del 2,8% interanual, frente al ascenso del 22,6% que registró hace un año.

En concreto, el Índice de Costes Directos de Construcción, que elabora la constructora ACR, se situó en 172,04 puntos al cierre de junio, frente a los 167,42 puntos del mismo mes de 2022 y en contraste con los 127 puntos al cierre de 2020, cuando comenzaron a dispararse los costes, acumulando ya un crecimiento del 35% desde ese momento.

Para el cálculo de este índice, se toma como referencia los precios tanto de los materiales de construcción como de su elaboración y, además, la mano de obra necesaria para su instalación, unos importes que representan el 80% del importe total de la construcción.

Después de un importante periodo alcista, desde el tercer trimestre de 2022, vemos que los precios han tendido a estabilizarse. El estancamiento de la guerra de Ucrania, la normalización de las cadenas de suministro y la bajada de los precios de la energía son algunos de los factores que han repercutido en el precio de algunas materias primas, como el acero, el aluminio, el cobre o el vidrio, en los que se aprecia un ajuste frente al precio acumulado desde el 2022″, ha explicado el director general de ACR, Guillermo Jiménez Michavila.

No obstante, la evolución de la economía china y de su mercado inmobiliario o la falta de tendencia y volatilidad del mercado, en un contexto económico y geopolítico que ACR califica de “incierto”, hacen difícil aventurar previsiones en el medio plazo sobre el comportamiento de los precios.

Uno de los factores determinantes en la composición de los costes directos de construcción es el coste de la mano de obra, que venía mostrando cierta estabilidad en el último año, aunque en el primer semestre de 2023 repuntó ligeramente.

La escasez de talento cualificado es un problema estructural en este sector. Somos desde hace años un sector envejecido, masculinizado y poco atractivo para las nuevas generaciones. Esto hace que la mano de obra sea uno de los principales factores que provocan la subida de los costes directos de la construcción”, ha argumentado Jiménez.

La partida que actualmente más acusa las subidas es la de carpintería de madera, con un incremento de precios del 10,39%. A continuación, se sitúan los falsos techos y revestimientos y los alicatados, que marcan subidas del 9% y del 8% respectivamente.

En el lado opuesto, los precios de vidriería bajan un 8,5% interanual, y la carpintería exterior registra una corrección del 3,9%.