El número de actas de transparencia y préstamos hipotecarios se ha estabilizado en los primeros meses del año, según los datos publicados por el Consejo General del Notariado en el tercer aniversario de la Ley reguladora de los contratos de crédito inmobiliario (LCCI), que entró en vigor el 16 de junio de 2019.

De acuerdo con el informe, en el segundo semestre de 2021 las actas crecieron el 14,5% con respecto al mismo periodo de 2020, mientras que durante los cuatro primeros meses de 2022 se mantienen en niveles similares a 2021.

El comportamiento de los préstamos hipotecarios ha sido similar, con un aumento en 2021 con respecto de 2020 (403.643 préstamos frente a 300.881) y una estabilización en 2022. En este caso, sin embargo, sí se ha registrado un incremento del 2,2% durante el primer cuatrimestre de 2022 con respecto al mismo periodo de 2021.

Los notarios explican en su informe que mediante las actas, gratuitas, los notarios verifican que las entidades financieras han entregado a los consumidores toda la documentación de los préstamos con suficiente antelación, así como que la información facilitada se corresponde con el tipo de préstamo acordado por las partes.

Esto representa un destacado avance en seguridad jurídica y transparencia, tal y como señala el presidente del Consejo General del Notariado, José Ángel Martínez Sanchiz, quien afirma que “la puesta en marcha de esta ley supuso un importante refuerzo de los derechos y garantías del consumidor, ya que posibilitó la libre elección del notario y la opción de poder reunirse con él a solas, y sin ningún tipo de coste añadido, para consultar las posibles dudas que puedan surgir antes de la autorización y firma del préstamo hipotecario”.

1,16 actas de media por cada préstamo hipotecario

Desde el 16 de junio de 2019 al 30 de abril de 2022, los notarios han autorizado 1.162.332 actas de transparencia, frente a 1.023.456 préstamos hipotecarios, incluidas novaciones, subrogaciones y ampliaciones de hipotecas. Esto supone que se han formalizado 1,16 actas de transparencia por cada hipoteca en todos los meses de aplicación de la ley, exceptuando el de su entrada en vigor.

La diferencia entre un dato y otro puede deberse a varias razones como que el notario autorizó un acta positiva, pero finalmente no llegó a formalizarse el préstamo hipotecario. También puede deberse a que el notario autorizó un acta positiva, pero la oferta vinculante de la entidad bancaria (FEIN) caducó sin que la entidad hubiese remitido al notario un documento de prórroga de su vigencia; o a que el notario autorizó un acta negativa, por ejemplo, porque el consumidor consideraba que la oferta no reflejaba exactamente lo negociado con la entidad.