El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha indicado que la economía española se ha acelerado durante el primer trimestre del año, si bien ha recordado que la previsión del organismo para el conjunto de 2023 se sitúa en un crecimiento del 1,6% en 2023, lo que supone que el PIB se “desacelere de manera sustancial” respecto al crecimiento del 5,5% en 2022.
El máximo responsable del banco central nacional ha trasladado esta proyección para 2023 a los profesionales del sector durante su intervención en la jornada ‘Encuentros en Castilla y León: situación y perspectivas económicas’, celebrada en el Hotel AC Palacio de Santa Ana de Valladolid, donde ha estado acompañado por el consejero delegado de Santander España, Ángel Rivera, y el director del Norte de Castilla, Ángel Ortiz.
Del mismo modo, De Cos ha precisado que la proyección para 2023 representa una revisión al alza en comparación con la realizada en diciembre pasado, como consecuencia de la “mejor evolución de la actividad en el segundo semestre de 2022 y las mejores perspectivas externas y domésticas para el año en curso”.
De hecho, ha subrayado Pablo Hernández de Cos, en el primer trimestre, la economía española “habría mantenido un grado de dinamismo ligeramente superior al que registró en la segunda mitad de 2022”.
Avances en la economía española por encima de los previsiones en los países del entorno
Asimismo, en el medio plazo, a partir de mediados de año, el avance del producto se irá “intensificando”, lo que se traducirá en que su ritmo de crecimiento alcance el 2,3% en 2024, en el promedio anual, antes de moderarse hasta el 2,1% en 2025.
El gobernador del Banco de España ha asegurado también que estos avances se sitúan por encima de los proyectados para los países del entorno y podrían apoyarse en un “mayor dinamismo de aquellos sectores que se han visto más lastrados por el conjunto de perturbaciones que se han ido sucediendo en estos últimos años”.
De igual manera, De Cos ha subrayado que el uso de los fondos ‘Next Generation EU’ constituirá un “soporte relevante de la actividad”, si bien en todo caso, la proyección de crecimiento para 2024 supone una revisión a la baja de cuatro décimas por el mayor endurecimiento esperado de las condiciones financieras, un euro más apreciado y el supuesto de un ajuste fiscal algo mayor.
Se espera que la tasa de inflación general descienda
En cuanto a la inflación, De Cos ha precisado que el indicador general alcanzó un máximo del 10,7% en julio del año pasado, reduciéndose hasta el 6% en febrero, de manera que la “caída de la tasa de inflación se debió, casi exclusivamente, al componente energético, que ya registra tasas interanuales negativas”.
“En cambio, en los últimos meses, la tasa de inflación subyacente ha sorprendido fundamentalmente al alza y ha alcanzado, en febrero, su máximo histórico, un 5,2%”, ha añadido el gobernador del Banco de España.
Por su parte, los precios de los alimentos se han acelerado con una “intensidad que también ha sorprendido al alza, impulsados, especialmente, por las presiones inflacionistas que registran los alimentos elaborados”.
En términos de medias anuales, ha detallado De Cos, se espera que la tasa de inflación general descienda de manera significativa desde el 8,3% en 2022 hasta el 3,7% en 2023.