A estas alturas ya no nos cabe ninguna duda de lo importante que es realizar controles en los alimentos que ingerimos. Tomar medidas para controlar la calidad del aire que respiramos es igual de necesario. Todo el mundo entiende lo que es la infección en un alimento, pero cuando hablamos del aire, un elemento invisible, se tiende a perder la perspectiva de control y de peligro.
El reto a futuro consiste en garantizar la calidad del aire. La calidad de un elemento invisible que todos respiramos y que tiene como objetivo mejorar el confort, el ahorro energético y la salud.
Por ello, la dualidad entre ventilación y filtración en los espacios cerrados es clave para conseguir unos niveles óptimos en cuanto a concentración vírica, niveles de CO2, renovación del aire, ahorro energético y control de la temperatura.
Ventilación y filtración: la clave de los edificios saludables
Ventilar y filtrar es básico para gozar de un aire saludable y no contaminado en los edificios.
Ventilación de los edificios
En la ventilación de los edificios es básico tener ciertos aspectos en cuenta, como:
- Controlar el nivel de CO2 y los compuestos orgánicos volátiles
- Medir la contaminación del aire exterior
- Disminuir el riesgo de contagio por vía aérea de virus y aerosoles
Estos factores son clave a la hora de procurarnos una buena salud, sobre todo si hay una elevada concentración de personas en el mismo espacio.
Desde el año 2007 se establecieron una serie de requerimientos de obligado cumplimiento para establecer unas ratios de ventilación. En este caso se establecen una tipología de edificios en función de la calidad de aire que tienen que tener en su interior. Cuando calculamos estas ratios no solo se tienen en cuenta niveles de CO2 o de filtración, sino que también están ligadas a la eficiencia energética.
Una ventilación natural es insuficiente y poco eficiente energéticamente, ya que la apertura de ventanas o puertas hace que entre frío del exterior y que sea necesario aumentar la temperatura de los hogares de manera mecánica, además de que es imposible controlar los niveles de contaminación o CO2 que entran en los habitáculos.
Filtración del aire en los edificios
La importancia de la filtración para la calidad ambiental y la salubridad del aire interior también es clave. Los niveles de contaminación suponen un riesgo para la salud humana. En España producen veinte veces más muertes que el número de víctimas en los accidentes de carretera, según la Agencia Europea del Medio Ambiente.
Para obtener una buena calidad del aire es necesario filtrar las partículas más pequeñas, imperceptibles para el ojo, que son las más peligrosas para la salud y que pueden proceder tanto del exterior como del propio interior de los espacios.
Estos contaminantes atmosféricos provocan enfermedades como asmas o alergias, cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares o una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que surge de una compleja mezcla de partículas sólidas y líquidas de sustancias orgánicas e inorgánica suspendidas en el aire y nocivas para la salud debido a sus componentes, como el sulfato o el nitrato, entre otros.
Para conseguir paliar esta problemática se desarrollaron los filtros HEPA, los únicos reconocidos por la OMS como efectivos. Estos son filtros mecánicos con una gran capacidad de filtrado de partículas pequeñas e ideados originalmente por científicos nucleares para eliminar las sustancias radioactivas del aire.
Su funcionamiento es sencillo: los filtros HEPA están formados por una superficie filtrante de fibras muy finas y principalmente utiliza los principios de filtración de Difusión e Intercepción, principios mediante los cuales son capaces de retener partículas tan pequeñas como las de un virus.
Estos filtros están regulados por una normativa que asegura la eficacia de su función para retener partículas y gotículas adheridas a virus y evitar su entrada en espacios cerrados.
Teniendo en cuenta que respiramos 15 kg de aire al día de media y que una persona se pasa de media el 90 % del tiempo en espacios interiores (bares, centros comerciales, oficina, casa…), asegurarnos una buena salud respiratoria incluso en espacios cerrados es imprescindible.
¿Cómo prevenir el síndrome del edificio enfermo?
Prevenir el síndrome del edificio enfermo (Síndrome de la Lipoatrofia Muscular) es clave para los ciudadanos. Y aunque no debería ser necesario recordar la importancia de tener unos correctos sistemas de ventilación y filtrado en los edificios, este es un factor que demasiado a menudo no se tiene en cuenta.
En primer lugar, para la preservación de la salud y el cumplimiento de la normativa será necesaria la instalación de sistemas de ventilación y filtrado mecánicos que aseguren una mejora en las condiciones ambientales
Además, habrá que asegurar su funcionamiento, de acuerdo a las exigencias establecidas en el proyecto técnico de la instalación final, realizada con la máxima eficiencia energética a lo largo de su vida útil. La durabilidad y la protección del medio ambiente, así como la garantía de la seguridad de personas y bienes.
Gracias a Pure Real Estate asegurarse una buena calidad del aire en los edificios es fácil. Basta con instalar el purificador Induct en los conductos de ventilación y este se encargará de limpiar el aire de todas las zonas gracias a su tecnología Active Pure desarrollada por la NASA, que recoge todos los principios necesarios de ventilación y filtrado para asegurar una limpieza segura, rápida y potente.
Estos principios se trasladan directamente a las instalaciones de ventilación y renovación de aire. Y es que la instalación de sistemas con tecnología medioambiental que purifiquen desde los propios conductos de ventilación el aire que se respira en el interior son imprescindibles para asegurar una correcta calidad del aire.