El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves rebajar en 25 puntos básicos los tipos de interés, tal y como estaba previsto, hasta situarlos en el 2%, su nivel más bajo desde diciembre de 2022.

Con esta rebaja de un cuarto de punto porcentual anunciada hoy, que tendrá efecto desde el 11 de junio, el tipo de interés aplicado a las operaciones de refinanciación del BCE bajará al 2,15% y el de la facilidad de préstamo al 2,40%. Sumando la actual rebaja, la entidad presidida por Christine Lagarde ha recortado a la mitad el interés de su facilidad de depósito desde que en junio de 2024 iniciará el actual ciclo de bajadas.

La decisión de bajar los tipos de interés se basa en la evolución y las perspectivas de la inflación

En su comunicado, el BCE ha indicado que la decisión del Consejo de Gobierno se basa en su evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, de la dinámica de la inflación subyacente y de la intensidad de la transmisión de la política monetaria.

De este modo, después de que el dato preliminar de inflación de la zona euro correspondiente a mayo se haya situado en el 1,9%, una décima por debajo de la meta de estabilidad a medio plazo de la institución, el BCE ha destacado que la mayoría de los indicadores de inflación subyacente “sugieren que la inflación se estabilizará de forma sostenida en torno al objetivo del Consejo de Gobierno del 2% a medio plazo“.

El objetivo del El BCE es estabilizar la inflación al 2% y en base a ello tomará decisiones relativas a los tipos de interés

El Consejo de Gobierno del BCE ha subrayado que tiene la determinación de asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en su objetivo del 2% a medio plazo, y ha añadido que, en el contexto actual de excepcional incertidumbre, aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria.

De esta manera, las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, sin comprometerse con ninguna senda concreta de tipos de manera anticipada.