Tras el primer Decreto Ley que estableció el Estado de Alarma, con restricción de movimientos para toda la población, y la limitación o paralización total de los sectores productivos, el mercado del alquiler quedó sumido en un limbo legal, que ha generado mucha confusión para propietarios, inquilinos y empresas del sector.

En este sentido, desde la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), se elaboró el primer Protocolo para alquilar una vivienda con seguridad que ha sido entregado a la Secretaria de Estado del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, donde manifiestan que, “se tendrá en cuenta para el trabajo conjunto que estamos diseñando, (…) para garantizar la desescalada de todos los sectores, si la situación sanitaria lo permite, para dar respuesta a los impactos sociales y económicos del COVID-19”.

En este contexto, la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA) ha logrado cerrar 40 operaciones de alquiler desde el mes de Marzo hasta la fecha. “Y lo hemos hecho, señala su Director General José Ramón Zurdo, a pesar de tener cerrada alguna oficina comercial en Madrid y con el 30% de nuestra plantilla trabajando desde casa. Para nosotros son cifras muy alejadas de la facturación mensual de la Agencia, pero para un periodo tan complicado, con la limitación a la libertad de circulación, no son, desde luego, malas cifras”, apunta Zurdo.

Perfil de inquilinos: funcionarios y policías

El perfil de los inquilinos que se han interesado por las viviendas durante este período de tiempo ha sido muy alto, siendo la mayor parte funcionarios y miembros de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado, informan desde la Agencia Negociadora del Alquiler.

José Ramón Zurdo, detalla el trabajo que ha hecho la empresa con los propietarios de las viviendas para que éstas se adapten a esta situación excepcional y ante una futura depresión económica, “suponíamos que este tipo de perfiles de inquilinos iban a ser prácticamente los únicos que podían alquilar con garantías, así que asesoramos a los propietarios para que adaptaran sus viviendas con precios atractivos, lo que les reportaría una mayor seguridad y estabilidad en el arrendamiento a medio y largo plazo, proveniente de esta demanda más cualificada”. “Incluso, señala Zurdo, tenemos actualmente una importante bolsa de demandantes con este perfil, lo que nos faltan son viviendas”.

La Agencia Negociadora del Alquiler cuyo objetivo fundamental es defender los intereses de los arrendadores desde todos los ámbitos, durante este período de tiempo ha tenido que adaptarse a las nuevas necesidades, a través del teletrabajo de gran parte de su plantilla, de visitas virtuales a las viviendas y de firmas digitales de contratos de arrendamiento, informa la empresa.

Por último, indicar, que, desde la Agencia Negociadora del Alquiler, en este período de tiempo, se han realizado múltiples renegociaciones de rentas con los alquileres que gestionamos, para buscar ese punto de equilibrio que la actual situación económica y sanitaria nos ha impuesto.