La foto de un anuncio inmobiliario es la verdadera puerta de entrada a la futura venta.
Será la que animará, o no, a hacer clic al posible interesado y a saber más sobre ese inmueble en cartera. Y, sin embargo, aún son muchos los agentes que realizan fotos de cualquier manera. Sin una correcta preparación previa. Sin tener en cuenta la calidad de una cámara de móvil. Y haciéndolo de cualquier manera durante la visita de captación.
En Inviso, empresa noruega especializada en el marketing digital para el mercado inmobiliario y colaboradora de fotocasa en el nuevo servicio de Photoservice, están tan seguros de la importancia de una fotografía inmobiliaria de calidad que han creado su propio servicio de formación. Se trata de su propia escuela para los fotógrafos y home stagers que finalmente se incorporan a la compañía.
El programa se basa principalmente en las competencias y habilidades adquiridas por sus profesionales a lo largo de los años. Incorporando incluso criterios científicos de la fotografía inmobiliaria.
También hay que tener en cuenta el factor humano
Y van más allá de la teoría fotográfica para tener en cuenta también el factor humano. Los participantes reciben formación técnica adaptada a la realidad de su trabajo. Porque no es lo mismo fotografiar un piso de 50 metros cuadrados con poca luz que una casa unifamiliar con jardín privado. Y se hace hincapié en que las fotos de una casa, además de mostrar las características del espacio, deben intentar crear sensaciones, contar una historia, ayudar a imaginar cómo sería vivir en esa vivienda.
Pero, además, a los profesionales de Inviso se les prepara también para interactuar y colaborar con distintos tipos de clientes. Se trata de ser conscientes de la importancia de establecer una buena relación profesional con el vendedor y de generar la empatía que requiera cada caso.
Está claro que no es lo mismo tratar con quien vende una vivienda porque quiere adquirir una mejor, que con alguien que se acaba de separar y se ve obligado a deshacerse de la que ha sido la casa de sus sueños. O con quien se desprende de una herencia por un fallecimiento reciente en la familia. Entender cada una de estas situaciones y aprovechar al máximo el potencial de cada inmueble son las claves para ofrecer el mejor servicio fotográfico y la mejor experiencia para el cliente.
Además de la formación inicial, Inviso realiza también una serie de workshops internos para sus fotógrafos a lo largo del año, con el objetivo de que puedan compartir experiencias, aprendan nuevas técnicas y estén al día de las últimas tendencias. Porque la fotografía inmobiliaria va mucho más allá de improvisar un par de imágenes. Y porque seguir aprendiendo es siempre la clave del éxito.