Más de 9.000 visitas ha recibido el Salón Inmobiliario (SIMA), que hoy ha cerrado sus puertas después de cuatro días de intensa actividad comercial. “Es una cifra en línea con nuestras previsiones y muy satisfactoria por las circunstancias tan extraordinarias en que se ha desarrollado la feria, que además ha tenido un aforo limitado”, ha declarado Eloy Bohúa, director general de SIMA.
En esta nueva edición de SIMA han participado más de 150 firmas comerciales, un claro indicador de que la actividad del inmobiliario comienza a alcanzar los niveles que tenía antes de la irrupción de la pandemia. Una recuperación que también se ha reflejado en los stands de SIMA, cuyas mesas han estado la mayor parte del tiempo ocupadas por visitantes cuyo interés por adquirir una vivienda ha sido valorado por los expositores consultados de “muy alto”.
Más de 12.000 viviendas a la venta en SIMA
En la edición de este año se han puesto a la venta más de 12.000 viviendas, sobre todo en la Comunidad de Madrid, que concentraba casi el 60% de las unidades comercializadas. El resto se localizaban en los principales destinos turísticos españoles, sobre todo en la Costa del Sol, Costa Blanca y los dos archipiélagos, pero también en el norte del país, especialmente en Cantabria, que por primera vez ha entrado en el top five de las provincias con más oferta residencial en la feria.
Esta nueva edición de SIMA ha servido también para confirmar cómo los cambios en el modelo ideal de vivienda apuntados tras la experiencia del confinamiento ya son una tendencia claramente definida. En un porcentaje significativamente superior al de ediciones anteriores, los visitantes han demandado viviendas grandes, con espacios para el esparcimiento y localizadas fuera de la almendra de la ciudad de Madrid.
Además, las casas situadas más allá de la corona metropolitana, sobre todo en los pueblos serranos, se han revelado como una opción de segunda residencia cada vez más demandada.