En el mundo de los negocios también existen modas o tendencias a la hora de definir ciertos conceptos que se convierten en imprescindibles del lenguaje cotidiano en el entorno empresarial. Así hubo un tiempo en el que todos hablaban de establecer sinergias -significando colaboraciones de alto rendimiento y beneficio mutuos- y hoy escuchamos con mucha frecuencia el término resiliencia, que algunos definen, de manera muy coloquial, como el saber aguantar lo que venga por duro que sea con buena actitud.
Lo primero que tenemos que hacer es distinguir la existencia de dos tipos de habilidades, las habilidades duras (hard skills) y las habilidades blandas (soft skills). Nos referimos a las hard skills, o habilidades duras, cuando hablamos de aquellas que han sido adquiridas mediante el estudio, la formación, la experiencia o el desempeño. Se tratan de capacitaciones técnicas, imprescindibles en muchas ocasiones para el desempeño de ciertas tareas.
Por otra parte, estarían las soft skills, o habilidades blandas, donde incluiríamos ciertas cualidades individuales que forman parte de la personalidad, y que abarcan desde aspectos sociales, éticos y comunicativos, hasta aspectos emocionales. Nos referimos con ello a rasgos esencialmente innatos del individuo que, aunque pueden ser ejercitados a lo largo de la vida profesional y personal, hacen que su desarrollo resulte ciertamente complejo.
Existen ciertas capacidades interpersonales que, desplegadas en el entorno laboral, mejoran la productividad y aumentan la rentabilidad.
Es, por lo tanto, imprescindible conocer en profundidad y desarrollar estas habilidades blandas, tanto desde el punto de vista del autoconocimiento como profesionales del sector inmobiliario, como si nos encontramos en la posición de reclutar o seleccionar colaboradores para nuestra agencia.
Las soft skills clave del agente inmobiliario
Vamos a abordar la tarea de hacer un listado que recoja desde habilidades interpersonales a rasgos de la personalidad pasando por elementos de inteligencia emocional y capacidades de comunicación. El éxito vendrá de la conveniencia de ciertas capacidades con los objetivos de la empresa y con el propio rol a desempeñar dentro de la agencia.
- Capacidad de aprender
- Capacidad de adaptarse a los cambios
- Tolerancia ante la coyuntura
- Flexibilidad en el desarrollo de procesos
- Mentalidad innovadora desde el punto de vista tecnológico
- Sensibilidad intercultural en entornos inclusivos y diversos
- Habilidades de liderazgo
- Proactividad e iniciativa proponiendo soluciones innovadoras
- Asunción de responsabilidades en la toma de decisiones
- Autodisciplina y responsabilidad
- Actitudes positivas como la amabilidad, la cordialidad o la paciencia
- Empatía en las relaciones personales y profesionales
- Planificación y priorización de tareas de manera eficiente
- Capacidad de trabajar en equipo con actitud colaborativa
- Mentalidad creativa
De esta lista podríamos subrayar unas cuantas que, por la propia naturaleza del trabajo desarrollado como agentes inmobiliarios, se hacen especialmente relevantes:
- Las habilidades para la negociación con los clientes y stakeholders
- Las habilidades de comunicación, oral, escrita y no verbal
- La escucha activa y la empatía en las relaciones interpersonales
- La gestión eficaz del tiempo, la organización y la planificación
- La ética profesional para generar vínculos de confianza con el cliente
Y por último, aquella con la que empezamos, la resiliencia frente a situaciones complejas, sobreponiéndose a ellas y generando un aprendizaje de las mismas.
Cómo es natural, las hard skills y las soft skills no pueden vivir las unas sin las otras, o dicho de otro modo, han de ser complementarias y afines. Es cierto que las soft skills son mucho más intangibles y difíciles de percibir que las hard skills, pero no por ello podemos obviarlas; de hecho, un buen profesional del sector inmobiliario va a reunir una adecuada mezcla o combinación de ambas, ya que tan importante es la competencia en conocimientos técnicos, como las cualidades personales e interpersonales adecuadas para sacar el mejor rendimiento.
En definitiva, hoy más que nunca en nuestro mundo digitalizado, debemos valorar el factor humano con las habilidades emocionales y sociales que van a marcar la diferencia.