Las viviendas de uso turístico (HUTS, por sus siglas en catalán) legales en Barcelona generan 4.700 puestos de trabajo, con un salario bruto medio de 19.151 euros, un 14% por encima de la media del sector turístico. Así lo revela el estudio ‘Impacto laboral de las viviendas de uso turístico legales en Barcelona’, elaborado por el economista Miquel Puig.
El salario bruto es un 32% más alto que el del sector de la hostelería y está un 2% por encima del subsector de hoteles y similares. Aunque está un 21% por debajo del salario bruto medio de Catalunya, ha destacado Puig en rueda de prensa junto al presidente de la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur), Enrique Alcántara.
El informe, encargado por Apartur, señala que el sector genera 118,6 millones anuales entre salarios, cotizaciones de la Seguridad Social y otros elementos. Y que la ocupación media de las viviendas de uso turístico legales es del 76%, con una duración media de la estancia de 4,2 noches y un número medio de ocupantes de 3,8 personas.
Por cada 10.000 pernoctaciones en HUTS, se generan 4,3 puestos de trabajo, cifra que comparada con la del sector de los hoteles es un 10% superior, ha destacado Puig. Este tambiém ha detallado que el estudio se ha hecho en base a una muestra que representa el 11% de los 9.600 pisos turísticos legales de la ciudad, de diversos tamaños y costes laborales.
Precariedad en subcontratas
Teniendo en cuenta solo a las personas en nómina de los gestores de viviendas turísticas, el 80% tienen un contrato fijo. Pero la cifra se invierte en los empleados de empresas subcontratadas por los gestores, especialmente en el ámbito de limpieza, en el que el 86% cobra por horas.
El estudio divide la estructura laboral en categorías: de administración, que representa el 42% del total de asalariados y tienen un sueldo medio bruto de 23.492 euros; el de limpieza, con el 31% y en gran parte externalizado, con un sueldo medio de 15.790; el de mantenimiento, con un 12%, también muy externalizado y 18.479 euros; los recepcionistas, que representan un 8% de las plantillas y tienen un sueldo medio de 17.843 euros, y los becarios, que son un 6%.
Alcántara ha destacado que tienen retos por delante, como poner en valor las empresas con buenas condiciones laborales mediante medidas de imagen, licencias o impuestos, y ha resaltado que se requiere controlar la ilegalidad, ya que compiten con alojamientos que no pagan tasas ni declaran costes: “Si todos jugamos con las mismas reglas es más factible”.
A preguntas de los medios, ha confiado en que la reducción de la ilegalidad – como la producida por el acuerdo entre el Ayuntamiento y Airbnb de retirar pisos – tenga un impacto de la ocupación en verano. Y ha dicho que poco a poco recuperan la normalidad y se acercan a cifras de 2017 tras unos “meses malos” con facturas entre un 10% y un 15% inferior al año anterior.
Preguntado por la acción de Arran, en la que dos militantes se han encadenado al dragón del Park Güell, Alcántara ha avisado de que existen “formas mucho más efectivas” para avanzar hacia un turismo más sostenible, abordando el asunto con todas las partes y actores, según él.
Comparativa Europa
El estudio compara las condiciones fijadas en el convenio colectivo de la hostelería en la provincia de Barcelona con el de Francia, Austria y Suiza y, observando la categoría de trabajador básica y su sueldo en función del PIB per cápita, el de Barcelona es el más alto, según Puig.
En concreto, la categoría básica en Austria tiene un sueldo que representa un 49% del PIB per cápita; la de Suiza, del 56%; la de Francia, del 58%, y la de la provincia de Barcelona, del 60%, pero la mitad de los trabajadores de los pisos turísticos legales cobra por debajo de lo fijado en los convenios colectivos.
Excluyendo a los becarios en el sector, el 44% del personal está por debajo de lo fijado para la categoría básica, cifra que baja al 29% si se excluye también al personal de limpieza, gran parte del cual está subcontratado, y en parte por empresas multiservicios con convenios propios que “normalmente tienen salarios” entre un 1% y un 3% por encima del salario mínimo interprofesional.
Estas empresas multiservicio subcontratadas con convenio propio son el “agujero negro” del sector, como ocurre con los hoteles, según Puig, que ha sostenido que todo el sector turístico podría pagar mejor, y ha abogado por intensificar inspecciones y por que los convenios de empresas no predominen sobre los convenios colectivos de sectores.