OBS Business School prevé que el precio medio de la vivienda nueva suba un 4% en el tercer trimestre del año y el de la vivienda usada, poco más del 1%, pero marca octubre como el mes en el que espera que los precios se congelen o incluso desciendan levemente, según su informe ‘Mercado inmobiliario en España’, dirigido por el profesor Carlos Balado.
En cuanto a la financiación, según se recoge en el informe, se prevé que el coste de las hipotecas se mantenga elevado, lo que supondrá un incremento superior a los 550 euros al mes para un nuevo crédito de 145.000, la media de las hipotecas en España. Como consecuencia, la tasa de esfuerzo continuará en el 40%.
Además, desde OBS esperan que las compraventas mantengan una tendencia de descenso gradual. No obstante, puntualiza que si los tipos de interés siguen bajando y la actividad económica gana dinamismo en este segundo semestre de 2024, el mercado inmobiliario pasará de la desaceleración experimentada en 2023 a una expansión en 2025.
Por todo ello, cree que las tensiones en el mercado inmobiliario continuarán a lo largo del año, sobre todo en el segmento del alquiler, por lo que la financiación de vivienda será más prudente.
Aumentar la oferta de vivienda podría llevar hasta 20 años
De igual manera, en el informe se avisa de que el desequilibrio entre la oferta y la demanda de vivienda registrada en España en la última década podría intensificarse en los próximos 20 años de mantenerse los actuales niveles de construcción de vivienda nueva.
Así, Balado ha recordado que se construyen entre 80.000 y 100.000 viviendas al año, insuficientes para cubrir la proyección de nuevos hogares, que está en torno a las 200.000 familias de media cada año.
Según el informe de OBS, aumentar la oferta hasta unos niveles razonables puede llevar entre 10 y 20 años, ya que habría que multiplicar por cuatro el ritmo actual de construcción, aunque se avisa de que los pequeños promotores se encuentran con obstáculos como la financiación más cara, la escasez de suelo en las grandes ciudades, una falta de mano de obra cualificada y una subida generalizada del precio de los materiales.
“La inversión para poder desarrollar suelo debería ser anticíclica, mediante una política soportada y avalada por la administración estatal y las autonómicas que permita desarrollar bolsas de suelo para que cada cierto tiempo haya un remanente de suelo en gestión y en transformación”, expone Balado.
Por ello, desde OBS apuestan por soluciones parciales temporales como deducciones al alquiler para determinados colectivos, incentivos al ahorro destinado a la compra, modificaciones de las regulaciones que impidan la salida al mercado de viviendas de alquiler y el fomento desde el Gobierno de la construcción destinada al alquiler social.
“Existe en los Gobiernos una tendencia a confundir colaboración con intervencionismo y a establecer sistemas de control de precios que llevan a la reducción de la oferta con efectos perniciosos en el largo plazo”, critica Balado.
108.000 millones de euros para construir 1,2 millones de viviendas
En el informe también se recuerda que son necesarias 1,2 millones de viviendas en alquiler asequible hasta 2030 en España, lo que supondría una inversión de 108.000 millones de euros — 142.000 euros por vivienda –, de los que el 76% provendrían de la inversión privada y sólo un 24% del sector público, según el informe Culmia sobre ‘Acceso a la vivienda y las necesidades de alquiler asequible’ recogido por OBS.
De esta manera, un total de 81.500 millones corresponderían a la inversión privada, que se repartirían entre los 18.500 millones de los adjudicatarios y 63.000 millones de la inversión bancaria.
La inversión pública, por su parte, alcanzaría los 26.600 millones a repartir entre las ayudas a la construcción y los subsidios de financiación.