Las expectativas de los ciudadanos de la eurozona sobre la evolución futura de la tasa de inflación han repuntado en julio y se mantuvieron por encima del objetivo del 2%, según constata el Banco Central Europeo (BCE) en su última encuesta entre los consumidores de la zona euro.
De esta forma, los ciudadanos esperan que la inflación caiga al 3,4% dentro de un año, sin cambios. Mientras tanto, para dentro de tres años, los europeos esperan que sea del 2,3%, una décima más que el mes anterior.
En cuanto al crecimiento económico, los encuestados esperan que el PIB se contraiga un 0,7% en los siguientes 12 meses, una décima más en comparación con el retroceso del 0,6% anticipado en junio.
Asimismo, el mercado laboral empeorará según los ciudadanos, pues los desempleados que prevén encontrar trabajo dentro de tres meses ha caído al 22,9% desde el 26,6% de abril. Además, las personas con empleo que temen perder su trabajo en el mismo periodo ha aumentado al 8,2% en julio en comparación con el 7,8% del cuarto mes del año.
De forma similar, la población espera que sus ingresos nominales crezcan menos de lo que esperaban en mayo, cuando anticipaban un avance del 1,2%, y que ahora se quedará en el 1,1%. No obstante, las expectativas sobre el gasto nominal auguran un avance del 3,4%, sin cambios y al menor ritmo desde marzo de 2022.
Los consumidores de la eurozona pronostican que sus hogares valdrán un 2,1% más en doce meses, sin cambios desde mayo, pero el pago por intereses de hipoteca experimentará un alza del 5,1%, una décima más.
De su lado, la percepción pasada de acceso al consumo mejoró “ligeramente”, mientras que la futura “se endureció un poco”. El porcentaje de ciudadanos que solicitaron un crédito al consumo en los últimos tres meses creció en un 1,4%, hasta el 14,8% de julio, su mayor cifra desde octubre de 2020, por el protagonismo de la franja etaria de aquellos con edades comprendidas entre los 18 y 34 años.