El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha avisado de que los datos de rentabilidad de la banca que se han anunciado durante este año podrían en realidad ser un “efecto espejismo” ante el alza del coste de capital que se ha producido en los mercados.

En concreto, el exministro español ha indicado en su intervención en el XIV Encuentro Financero de KPMG y ‘Expansión’ que durante 2024 habrá un incremento en los costes de financiación y una menor actividad crediticia y un menor crecimiento económico. Además de todo esto, Guindos también ha avisado de que se empiezan a ver ciertas señales de alarma en las definiciones de estados previos de mora.

“Todo esto se refleja en las valoraciones (…) y nos obliga a ser prudentes, porque a lo mejor estamos asistiendo a un efecto espejismo con la mejora de rentabilidad en los bancos”, ha indicado Guindos durante su intervención. En concreto, ha indicado que el coste de capital para los bancos europeos se sitúa en el entorno del 14%, mientras que el retorno sobre capital alcanza el 11%.

Así, el vicepresidente del BCE ha pedido a los bancos que actúen con prudencia no solo en la distribución de dividendos, sino también en la recompra de acciones e incluso en las remuneraciones. Además, también ha alertado de que la ausencia de una Unión Bancaria completa por la falta de un fondo de garantía de depósitos común es un “foco de vulnerabilidad”.

El banquero central ha apostillado que el entorno macro también está sujeto a “enorme incertidumbre” ante un “bajo crecimiento” en los próximos trimestres y porque la inflación va a ir a la baja, pero todavía se mantendrá por encima del objetivo del 2%. “Existe la posibilidad de una corrección que sea relativamente desordenada”, ha indicado.

Del lado de la política fiscal, Guindos ha puesto el acento en que los gobiernos “están fundamentalmente sin capacidad de actuación” e incluso es necesario que adopten “planes de prudentes de consolidación fiscal” aquellos que mantengan unos ratios de deuda sobre e PIB elevados. “Evitemos un conflicto entre política monetaria y fiscal”, ha apelado.