La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) advierte en un estudio de que la caída en el peso de la vivienda en propiedad en favor del alquiler elevará la desigualdad de las rentas de los hogares en los próximos años.
En el estudio, elaborado por los profesores Javier Ballesteros y Jorge Onrubia, se examina el impacto que tiene la propiedad de la vivienda habitual en la desigualdad de la renta de los hogares españoles.
Para ello, los autores analizan el periodo 2008-2018, años de recesión y de posterior recuperación, concluyendo que la renta media de los hogares propietarios de su vivienda habitual superó entre un 30% y un 45% a la renta de las familias que vivían de alquiler.
Salvo en el año 2008, el informe señala que la distribución de la renta de los hogares españoles fue “más desigual” entre los hogares que viven de alquiler que entre los hogares propietarios de su vivienda habitual.
En España, la forma de tenencia de la vivienda habitual de los hogares es mayoritariamente en régimen de propiedad, con un 80,8% en 2018 y un 84,4% de media entre 2008 y 2018, frente al 69,3% y 69,8%, respectivamente, en el conjunto de la Unión Europea.
Los autores han investigado en qué medida este patrón ha podido influir sobre la desigualdad de la renta entre los hogares. Con este fin, han tenido en cuenta la renta en especie que para las familias supone el autoconsumo de los servicios que proporciona la vivienda en propiedad.
“Cuando la renta monetaria de los hogares se ajusta de esta forma, el nivel de desigualdad se reduce de forma significativa, con independencia de que se tengan o no en cuenta los pagos anuales por amortización de deudas e intereses de la financiación”, apunta Fedea.
Así, la principal conclusión de este estudio es que el elevado peso relativo de la propiedad frente al alquiler existente en España habría contribuido durante la recesión económica que se inició en 2008 “a amortiguar de forma notable el impacto negativo del ciclo económico sobre la distribución de la renta, al contrarrestar la mayor volatilidad de los ingresos monetarios, especialmente en los hogares propietarios con menor renta”.
Sin embargo, a la vista del mayor peso del régimen de arrendamiento, opción elegida por dos de cada tres nuevos hogares, y al creciente peso en la renta de los gastos de alquiler, Fedea ve “previsible” que este efecto amortiguador de la desigualdad derivado de la propiedad “vaya reduciéndose de forma sustancial en los próximos años”.
España se situaba en 2020 en el grupo de países que presentaban una mayor desigualdad de la renta disponible equivalente, ocupando la posición 24 de 27, sin que apenas se hayan producido cambios desde 2008, año en el que España ocupaba el puesto 23.
Como principales factores explicativos de la situación de la desigualdad en España, los autores recuerdan que la literatura sobre esta materia los atribuye a la dualidad del mercado de trabajo, la composición del tejido industrial o la limitada capacidad redistributiva de las políticas públicas, incluida la del sistema impositivo.
En cambio, cuando se observa la distribución de la riqueza, al comparar España con otros países de la Unión Europa, la posición de España mejora, presentando índices de desigualdad menores.
“El elevado peso de la propiedad inmobiliaria en manos de los hogares españoles, respecto del resto de activos, junto con una presencia notable de la vivienda habitual en propiedad a lo largo de toda la distribución de la renta, explicarían, en buena medida, este mejor resultado de la desigualdad frente al existente en el caso de la distribución de la renta”, señala Fedea.