¿Cuál es la situación actual del sector inmobiliario? Lanzamos la pregunta a cinco grandes expertos durante la celebración del 20 aniversario de Fotocasa. Las respuestas abarcan desde quien habla de un crecimiento moderado a quien califican el momento como “muy potente”, con una demanda especialmente fuerte en Madrid y Barcelona. El mercado del alquiler tiene un protagonismo cada vez mayor, tanto por parte de los jóvenes como a causa de la movilidad laboral.
“El mercado está en un momento muy interesante”, afirma Beatriz Toribio, analista inmobiliaria. Pese a la existencia de algunos datos negativos, el sector sigue creciendo de manera moderada. Destaca especialmente la demanda, tanto de compra y de alquiler, en algunas zonas concretas. “Es necesario que demanda y oferta confluyan para poder facilitar el acceso a la vivienda de la población que hasta ahora se está quedando fuera, como los jóvenes”.
En la misma línea se expresa Sandra Daza, directora general de Gesvalt: “tenemos el reto de aumentar la oferta de vivienda asequible”. Además, opina que debe aumentar el mercado de alquiler y prevé la estabilización de los precios a lo largo del próximo año. “Estamos más cerca de un mercado mucho más estable, que nos hacía falta que llegara”, concluye.
Esta moderación es aplicable al conjunto del país, pero con las excepciones de Barcelona y Madrid, tal y como destaca Anna Gener, presidenta y CEO de Savills Aguirre Newman Barcelona. En las dos grandes ciudades “hay muchísima demanda y poca oferta para satisfacerla, sobre todo por lo que se refiere al alquiler”.
Juan Antonio Gómez Pintado, presidente de APCEspaña, se muestra optimista: “Todavía tenemos viento de cola. Creo que el crecimiento que vamos a tener en la economía española tanto en 2020 como en 2021 nos van a empujar a que el sector mantenga esa línea”.
Por su parte, Concha Osácar, socia directora en Azora, es aún más contundente. “Veo el sector muy potente”, afirma, “tanto en el mercado de compraventa de vivienda como en el mercado de demanda de alquiler”. En este sentido destaca dos factores: la demanda de vivienda a precio asequible para los jóvenes que se independizan, y la demanda vinculada a la movilidad laboral de cada vez más gente. “Vamos a un cambio de modelo habitacional, con un mayor peso de la vivienda de alquiler”.