ERA España ha apostado por dotar a sus franquicias y a los clientes de estas de un servicio pionero e innovador en el mercado inmobiliario español. Se trata del DEFENSOR DEL CLIENTE ERA, una figura constituida por un departamento especializado en resolución de conflictos, que tratará de ayudar en la solución de las diversas controversias que puedan surgir a lo largo de las operaciones.

También durante la prestación del servicio de intermediación inmobiliaria entre los distintos intervinientes, en todo tipo de transacciones. Esto abarca también las controversias que puedan existir entre los clientes y las oficinas franquiciadas, así como con los propios agentes inmobiliarios de la marca ERA como profesionales autónomos e independientes.

Las decisiones de este órgano podrán llegar a ser vinculantes si así lo acuerdan las partes y será, sin duda, un mecanismo que reducirá la conflictividad y ayudará a que los intervinientes cuenten con un sistema de resolución de conflictos accesible y de máximas garantías, eficaz y altamente especializado.

El DEFENSOR DEL CLIENTE ERA supone el punto de partida de la política de ERA España de prestigiar el sector de la intermediación inmobiliaria, dotando a los clientes de garantías y reconociéndoles un estatus jurídico por encima, incluso, del previsto en el actual marco legal en materia de protección de derechos de consumidores y usuarios.

El presidente de ERA España, D. Rafael Tarajano Carrillo, considera “que el crecimiento de ERA España y su estrategia empresarial tiene como uno de sus objetivos el dotar a sus oficinas franquiciadas de las mejores herramientas para que puedan dar satisfacción a sus clientes, y dispongan de servicios novedosos, innovadores y de prestigio que las conviertan en el principal actor y líder de sector de la intermediación inmobiliaria, no nos conformamos con adaptarnos a los cambios, queremos crearlos.”

Por su parte, D. José Juan Muñoz de Campos socio-fundador de ERA España y su director jurídico, encuadra esta figura “en una apuesta clara de ERA España por las fórmulas de autorregulación y códigos de buenas prácticas como un servicio de garantía y protección a los clientes, de tal forma que en la elección de estos a la hora de vender, comprar o alquilar un inmueble lo tengan en cuenta, y sea un elemento diferenciador de ERA España frente a sus competidores y otras fórmulas de comercialización”.