Decidir entre alquilar o comprar es la primera decisión a la que se enfrenta un demandante de vivienda. Pero, en muchos casos, este debate es prácticamente inexistente porque hay algunos motivos que impiden el acceso a la vivienda en propiedad. En este sentido, uno de cada dos inquilinos —tanto potenciales como efectivos— señala que su situación económica le impide comprar una vivienda. Esta es, de hecho, la razón más mencionada cuando se trata de los motivos por los que optan por alquilar en lugar de por comprar. No solo eso: ese porcentaje no se ha movido del 50% en los últimos tres años. Esta es una de las principales conclusiones del informe “Experiencia en alquiler en 2022” publicado por el portal inmobiliario Fotocasa con el fin de conocer más a fondo el mercado del alquiler en nuestro país.
“El alquiler suele ser la solución habitacional por la que se opta al relacionarse por primera vez con el mercado de la vivienda. Normalmente coincide con la época de juventud y con menos ingresos. Sin embargo, a medida que se va madurando, la aspiración de vivir en propiedad adquiere más importancia. De hecho, la situación actual sugiere que la mayoría de quienes hoy en día viven de alquiler no es porque quieren, sino por obligación. La difícil situación económica y laboral de la mayoría de la sociedad impide que puedan comprar y que puedan tener las mismas oportunidades que las generaciones anteriores. Además, la situación actual del alquiler, que presenta precios muy elevados, ocasiona que la tasa de ahorro de las familias descienda, lo que lastra el posible ahorro”, comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Aunque no es el único motivo: un 26% afirma que opta por el alquiler por razones de movilidad laboral y un 23% lo prefiere porque le da más libertad y flexibilidad. Un motivo que, además, ha perdido protagonismo con respecto a 2021: hace un año eran un 26% los que aseguraban que se decantaban por el alquiler por este motivo. Por otro lado, hay otro motivo que ha ganado peso en comparación con el año pasado: ahora son más los inquilinos que afirman que alquilan porque su situación laboral ha mejorado. Son el 12%, mientras que hace un año eran el 9%.
Hay una última clave que merece la pena observar, aunque su evolución está siendo muy progresiva: antes de la pandemia (febrero de 2020) había un 7% de demandantes de vivienda en alquiler que optaba por el arrendamiento porque el banco no les había concedido la hipoteca necesaria para comprar; ese porcentaje, dos años después (febrero 2022) ha aumentado hasta el 9%. Y es previsible que siga aumentando tras las últimas subidas de los costes hipotecarios y el endurecimiento de las condiciones.
Como es lógico, en función de la edad de los inquilinos hay motivos que influyen más o menos en la elección de una vivienda de compra o de alquiler. Por ejemplo, los que más sienten el freno de su situación económica y laboral son los que tienen entre 25 y 34 años (55%) y los que comprenden los 35 y 44 años (52%). Entre los estratos más jóvenes también pesa más la movilidad por motivos de trabajo, la posibilidad que les da el alquiler de acceder a viviendas que no podrían comprar o la mejora de su situación laboral.
También resulta interesante la evolución que se produce a lo largo de los diferentes tramos de edad de la afirmación de que comprar no entra en sus planes. Y es que son los más jóvenes y los más mayores los que más mencionan este motivo para decantarse por el alquiler y no por la compra. Así, entre los que tienen 18 y 24 años hay un 20% de particulares que coincide con esta cuestión. Una cifra que crece hasta el 22% en el caso de los que comprenden los 55 y 75 años. Sin embargo, si por ejemplo ponemos el foco en los que tienen 25 y 34 años, solo hay un 14% que haga referencia a este motivo.
Cuando se trata de motivos más personales para la búsqueda de vivienda en alquiler, las respuestas se dirigen principalmente a mejorar la vivienda actual (31%) y el cambio de lugar de trabajo o de estudios (28%), dos opciones que tradicionalmente encabezan este listado pero que tras la pandemia han invertido sus posiciones.
Así, el cambio de residencia venía ocupando el primer lugar hasta el año 2020, pero en los dos últimos años la mejora de la vivienda actual —que solía situarse al nivel de los anhelos de independizarse y la pretensión de irse a vivir con su pareja— ha ganado mucho protagonismo: ese 31% supone seis puntos porcentuales más que el 25% del año 2020.
Con respecto al paso año 2021 solo hay un cambio reseñable: el descenso desde el 25% de 2021 al 22% de 2022 de quienes demandan vivienda de alquiler para irse a vivir con su pareja.