Tener web es imprescindible para toda agencia inmobiliaria. Pero en el océano de internet ya no basta solo con existir. También hay que hacerse notar.
Y para ello es imprescindible conseguir un buen posicionamiento. Es decir, lograr visibilidad en el todopoderoso Google. Para ello se requiere una web de calidad. Y ciertas estrategias que ayudarán a aparecer más arriba en el listado de resultados. Y, con ello, a aumentar el número de visitas.
Contenidos básicos y no tan básicos
La mayoría de webs del sector inmobiliario cuentan con unos apartados básicos muy similares. La presentación o quiénes somos. Un buscador más o menos elaborado de la cartera de inmuebles disponibles. Los servicios ofertados. Y los datos de contacto.
Se trata, en su mayoría, de contenidos estáticos. Se publican una vez y siguen tal cual durante meses. Pero para que una web destaque precisa de actualizaciones constantes. De novedades que le demuestren al algoritmo de los buscadores que se trata de una web viva. Una buena opción es contar, dentro de la propia web, con un blog. O un apartado de novedades o noticias.
Cuidar lo que se publica
El blog o apartado de noticias de la web de una agencia inmobiliaria es el lugar ideal para publicar contenidos de interés, y de calidad, sobre el sector. Informes de precios genéricos o específicos de la zona en la que trabaja la agencia, tendencias del mundo inmobiliario, evolución de ventas o alquileres, la puesta en marcha de servicios innovadores, etcétera.
Es importante redactar de manera propia y original. Las “arañas” de Google detectan los textos copiados y penalizan a las webs que plagian los contenidos de otros. Además, hay que intentar relacionar el contenido con la actividad de la agencia. Y con todo ello se consiguen enlaces que se pueden difundir en las redes sociales para intentar atraer visitas. Y reforzar la imagen de marca.
Estrategias SEO: claves para el posicionamiento
El chiste ya es viejo pero no por ello menos cierto: “¿Cuál es el mejor lugar para esconder un cadáver? La segunda página de resultados de Google”. Se calcula que el 80% de las personas no pasan de la primera página. Pero ¿cómo llegar a aparecer en tan selecto club?
Una opción es recurrir al SEM (Search Engine Marketing). Es decir, a campañas de anuncios de pago como Google Ad Words. Es una decisión potente y efectiva, pero requiere de una inversión importante. Y de la contratación de personal o una agencia especializada.
En cambio, las estrategias SEO (Search Engine Optimization) son gratis. Y solo requieren de cierta dedicación a la hora de publicar en la web.
Palabras clave, definiciones, títulos semánticos
Una de los aspectos básicos para mejorar el posicionamiento es definir las palabras clave. Tanto para describir la propia web como cada uno de los contenidos que se publican. Lo más importante es escribir con las mismas palabras que van a usar quienes realicen la búsqueda: ponerse en la mente del cliente.
Las palabras clave deben ser descriptivas pero no excesivamente genéricas. Las definiciones más globales (‘inmobiliaria centro Madrid’, ‘pisos Costa Blanca’) ya suelen estar ‘ocupadas’ por las grandes agencias. Es recomendable ser algo más concretos y responder a lo que los clientes puedan estar buscando. Incluir el nombre del pueblo o barrio en los que se trabaja. O el tipo de inmueble (villas, áticos, etc.) si se trata de una agencia especializada, por ejemplo. Hay que huir de los términos rimbombantes, porque difícilmente serán los que se usen en las búsquedas
Los términos clave deben aparecer dentro del texto de manera natural, en el conjunto de la redacción. No como meras etiquetas descontextualizadas. Y, también y muy importante, como meta etiquetas en el código html de la web. La mayoría de gestores de contenido cuentan con un apartado para ello que simplemente hay que rellenar, sin necesidad de mayores conocimientos de programación.
Del mismo modo, cada página de las que forman la web debe tener un título ‘semántico’. En vez del código de referencia de un inmueble, unas palabras que lo describan. Por ejemplo, en lugar de ‘home’ o ‘index’, es mejor usar el nombre de la agencia para titular la portada de la web.
Texto claro y sencillo
Del mismo modo que hay que elegir palabras clave sencillas y claras, también es importante redactar de manera directa. Sin frases enrevesadas ni metáforas complicadas. Pueden resaltarse algunas palabras o incluso algún breve párrafo en negrita, pero con cuidado de no abusar.
Lo que no deben usarse nunca son textos en mayúsculas. Porque la ‘netiqueta’ los considera una falta de educación. Y, además, los buscadores los penalizan en sus listados de resultados.
Aunque parezca obvio, hay que asegurarse antes de publicar de que los textos son correctos, sin faltas de ortografía ni de sintaxis. No tanto por el posicionamiento sino como cuidado de la imagen de marca de la compañía.
Enlazar y compartir
Otro punto importante a la hora de mejorar el posicionamiento de una web es que aparezca enlazada desde otros lugares de internet. De entrada, es recomendable crear enlaces internos dentro de la propia web. Entre entradas del blog que se complementan, por ejemplo. O desde una entrada de blog a uno de los servicios que se describen.
Las redes sociales son la otra gran fuente de enlaces. No solo se pueden y deben compartir los contenidos que publiquemos. Sino que hay que facilitar también que otros lo hagan. La web debe contar con iconos que dirijan a los perfiles de la agencia en las distintas redes. Y cada uno de los contenidos debe incluir también botones que faciliten que se comparta la información.
En las imágenes las palabras también cuentan
Las imágenes también son importantes para los algoritmos de los buscadores. Se calcula que una imagen ‘de calidad’ según los parámetros de Google posiciona hasta un 40% mejor que cualquier texto. Y para ello hay que tener en cuenta lo que muestran. Y lo que dicen.
Una de las formas más efectivas de mejorar posiciones en los resultados es renombrar las imágenes. Cambiar el código alfanumérico que la cámara otorga a cada archivo por unas palabras descriptivas implica que Google pueda encontrar esa foto cuando alguien busca esos términos.
La descripción puede alargarse aún más en la metainformación de la imagen. Se pueden editar las ‘propiedades’ o ‘detalles’ (el nombre cambia según el sistema operativo que se utilice) para incluir más datos. Y también la dirección de la web de la agencia inmobiliaria.
De ese modo, no solo la propia foto puede aparecer como un resultado destacado. Sino que se incrementan el número de apariciones de la dirección de la web. Y, con ello, se mejora su posicionamiento global.
Medir los resultados
Para conocer tanto el número de visitas que recibe actualmente la web de la agencia inmobiliaria como el esperable aumento si se aplican estas estrategias, hay que medir y analizar los resultados. Configurar Google Analytics permite conocer quién visita la web. Desde qué ciudades o países. A partir de qué enlaces han encontrado la web. Cuánto tiempo pasan visitándola. Cuál es la última página que ven antes de irse. O qué contenidos generan más interés.
Solo así podrá comprobarse el efecto de las medidas adoptadas y detectar en qué aspectos se puede seguir mejorando.