La importancia de la fotografía en los anuncios inmobiliarios es incuestionable. “Es lo primero que ve un posible cliente. Si lo que ve son fotografías malas, oscuras, mal hechas y que dan una mala sensación, difícilmente le atraerán lo suficiente como para ir a visitar el inmueble. Y aunque se decida a ir a verlo porque le interesan el precio o la ubicación, ya tendrá una predisposición bastante negativa, porque las primeras sensaciones no fueron las más adecuadas”, explica Joan Roig, fotógrafo especializado en arquitectura e interiores y formador en talleres de fotografía para todos los niveles y en cursos específicos para agentes inmobiliarios como los que organiza fotocasa academy.
Con él hemos repasado los aspectos básicos que se deben tener en cuenta para lograr una galería de imágenes que consiga atraer más visitas.
Fotografía: una ayuda para soñar
“El primer aspecto básico que debe tener quien quiera poner un inmueble a la venta, sea propietario o agente inmobiliario, es que el posible comprador no está adquiriendo ladrillos y metros cuadrados, está comprando un sueño. A la mayoría de la gente le cuesta mucho tomar esta decisión, supone una parte muy importante de sus ingresos, y lo que quieren es encontrar un espacio en el que disfrutar del resto de su vida, donde ser felices y compartir tiempo con su familia. La fotografía inmobiliaria, por tanto, tiene que ayudar a soñar”, indica Joan Roig.
Pero, ¿cómo lograr unas fotos de ensueño? ¿Qué factores que se deben tener en cuenta a la hora de fotografiar una vivienda?
La luz y el encuadre
A menudo se dedica poco tiempo y cuidado a la realización de las fotografías: el agente inmobiliario llega a la vivienda, la fotografía tal y como está, dispara en automático y desde cualquier lugar. Es importante prestar atención a la luz para conseguir imágenes atractivas y valorar distintas opciones con el encuadre y la altura de la cámara.
“Podemos jugar con lo que ya haya en la vivienda, pero despejar un poco el espacio, que se vea ordenado y colocar algún elemento de los ya disponibles en un lugar más adecuado. Es un planteamiento muy básico, pero estos aspectos que se pueden aplicar inmediatamente acaban cambiando por completo el resultado de las fotografías”, afirma Joan Roig.
Destacar la amplitud
“En muchos portales inmobiliarios he visto fotografías, tanto de particulares como de profesionales inmobiliarios, que solo muestran diferentes ángulos de las habitaciones, y cuando acabas de ver la galería no has entendido nada, no sabes qué tamaño tiene cada estancia, cómo se comunican unas con otras ni qué pertenece a qué, porque solo estás viendo ángulos”, dice el fotógrafo Joan Roig. “Hay que tener en cuenta que nuestro trabajo es explicar un espacio a una persona que no lo puede ver en directo de entrada. Y para ello debe mostrarse perfectamente la distribución de cada estancia y destacar la amplitud de los espacios”.
Una imagen, más que mil palabras
La galería de imágenes de un anuncio inmobiliario debe permitir hacerse una idea del conjunto de la vivienda. “Deben poder entenderse la distribución y las características básicas de la vivienda a través de las fotografías, sin necesidad de explicación añadida. Las imágenes deben permitir al posible comprador realizar un mapa mental de la vivienda, cómo se comunican las diferentes estancias, qué pertenece a qué, etc. Aunque se le ofrezca también un plano o la indicación en metros cuadrados, para la mayoría de la gente eso no resulta suficiente, les cuesta hacerse una visión en tres dimensiones. Las fotos sí que pueden mostrar las medidas de una habitación de manera mucho más comprensible, sobre todo si está amueblada: todos reconocemos el tamaño de una cama o de una mesilla de noche, y eso permite hacerse una idea de todo ese espacio”, explica Roig.
Crear ambientes
Una imagen de un espacio vacío es mucho menos atractiva para un posible comprador que la recreación de un ambiente agradable que le permita imaginarse ocupando ese lugar, tal y como lo demuestra el auge del home staging. La creación de ambientes no solo facilita hacerse una mejor idea de las medidas de las estancias, sino que se refuerza esa invitación a soñar que debe ofrecer el anuncio inmobiliario.
Número de fotos
“Lo más importante es ser honestos en la explicación de las características de la vivienda, y para ello es importante mostrar todas las estancias. Se puede obviar un trastero o una alacena, pero no el baño o la cocina. Y se tienen que mostrar las estancias de forma que el espectador pueda entender el espacio real, el tamaño aproximado de cada una de ellas”, indica el experto.
“Desde mi punto de vista, no hacen falta muchas fotografías para explicar un inmueble, e incluso puede ser interesante dejar a las personas con ganas de más, para que les apetezca ir a ver la vivienda y completar la información. Entre 15 y 25 sería lo ideal. Hay estudios que indican que cuando hay muchas más puede llegarse a marear al espectador, que acaba saturado y sin acabar de captar lo que le queremos mostrar por una sobredosis de imágenes”.
Fotografía exterior
La fotografía exterior es fundamental sobre todo en el caso de viviendas unifamiliares. “Es interesante incluir imágenes del exterior tanto diurnas como nocturnas. La fotografía nocturna, además, puede mostrar una buena perspectiva de todo el espacio interior, si la realizamos desde el jardín o desde una terraza en el momento justo en el que la luz permite ver el interior sin causar reflejos sobre las cristaleras”, aconseja Joan Roig. “En el caso de los pisos en zonas urbanas, aunque predominantemente se muestren los interiores, como mínimo debería haber una fotografía del exterior, del edificio completo, y debe tenerse en cuenta también cuál es el mejor momento de luz en cada caso para realizar esa fotografía, para que la primera impresión del edificio resulte atractiva”.
La foto destacada
Un aspecto importante es elegir bien la foto destacada del anuncio, aquella que aparecerá en los listados, la primera que verá y recordará el posible comprador. Joan Roig lo tiene claro: “Debe ser la foto más llamativa de la vivienda, puede ser un interior como el salón o la cocina, o un exterior en el caso de viviendas unifamiliares. En ese caso cabe considerar además las fotografías nocturnas, que pueden ser muy atractivas. Lo que llame más la atención, pero siempre poniéndonos en el punto de vista del posible comprador, no pensando en lo que a nosotros nos gusta sino en lo que puede resultar más interesante para quien aún no conoce nada de este inmueble”.
Próximas sesiones de formación
Joan Roig imparte un curso monográfico sobre fotografía inmobiliaria para fotocasa academy. Las próximas sesiones de formación están previstas para el 20 de abril en Barcelona, el 26 de abril en Madrid y el 28 de abril en Alicante.