Como cada año, la agencia Amat Immobiliaris ha publicado su Informe de Mercado Amat en el que analiza la realidad del sector inmobiliario del ejercicio anterior. El de 2025 es un informe especialmente relevante, debido a los nuevos desafíos a los que se enfrenta el mercado inmobiliario español, marcado por el desequilibrio entre la oferta y la demanda de vivienda en venta y, especialmente la del alquiler, que atraviesa “uno de los peores momentos de la historia”.

Así lo ha manifestado Guifré Homedes Amat, Director General de Amat Inmobiliarios, que ha conducido el acto ante varios medios de comunicación, en el que ha expuesto la situación del sector inmobiliario actual, centrándose especialmente en el mercado de la vivienda en Barcelona.

El mercado del alquiler en Barcelona: una crisis que irá a más

El acceso a la vivienda en Barcelona se enfrenta a uno de sus momentos más críticos. La reducción de la oferta de alquiler y el incremento de precios han transformado el mercado, dificultando aún más la posibilidad de encontrar una vivienda accesible. Según Homedes, “esta problemática se mantendrá durante la próxima década; viviremos un escenario cada vez más complicado, especialmente para quienes buscan alquilar en la ciudad.

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“La oferta de vivienda en alquiler sigue en caída libre”

Los datos presentados en el Informe Amat reflejan una realidad preocupante: la cantidad de viviendas en alquiler sigue disminuyendo. Durante el último año, el número de nuevos contratos ha caído un 18% en comparación con el año anterior, mientras que los anuncios publicados representan solo un 26% de la oferta total. Este fenómeno no solo limita la cantidad de opciones disponibles para los inquilinos, sino que también contribuye a que los precios se mantengan elevados. Actualmente, el coste medio de un alquiler en la ciudad ronda los 2.300 euros, una cifra que dificulta el acceso a la vivienda para muchos ciudadanos.

A pesar de la reducción de la oferta, la demanda sigue en aumento, con un incremento del 6% en el número de personas interesadas en alquilar. Este desajuste entre oferta y demanda está transformando el mercado, en el que “las inmobiliarias ya manejan listas de espera para posibles inquilinos; un escenario impensable hace unos años”.

El papel de los extranjeros en el mercado inmobiliario

Uno de los factores clave en esta evolución es el papel creciente de los inquilinos extranjeros. Actualmente, cerca del 60% de los contratos de alquiler en la ciudad están en manos de ciudadanos foráneos, quienes, en general, “cuentan con mayores recursos económicos y pueden asumir los elevados precios del mercado”. Esto ha generado una situación en la que los propietarios, ante la falta de incentivos para mantener sus viviendas en alquiler, priorizan a estos perfiles, lo que dificulta aún más el acceso para los residentes locales.

Otra tendencia observada es que las viviendas de menor tamaño, que solían ser las más demandadas por jóvenes y familias con menos recursos, están desapareciendo del mercado de alquiler. Muchas de estas propiedades, al quedar vacías, se venden en lugar de ser nuevamente alquiladas, lo que contribuye todavía más a la reducción de la oferta.

La crisis en el alquiler ha repercutido en la compraventa de viviendas

El contexto de crisis en el alquiler ha tenido fuertes repercusiones en el mercado de compraventa. La falta de opciones asequibles ha llevado a muchas personas a considerar la compra de una vivienda como la única alternativa viable. “En el último año, las ventas de inmuebles han aumentado un 13%, mientras que el volumen transaccionado ha crecido un 21%”, asegura el informe Amat. Un segmento en alza dentro de este mercado es el de parejas menores de 40 años que, con el apoyo económico de sus familias, deciden comprar en lugar de alquilar ante la imposibilidad de encontrar una opción accesible en el mercado de arrendamientos.

Por otro lado, las medidas restrictivas hacia la inversión extranjera, como la eliminación de los visados de oro, han provocado una aceleración en la compra de propiedades por parte de inversores internacionales antes de que la regulación entre en vigor. Esta situación ha generado un efecto dominó en el mercado, que ha repercutido en la disponibilidad de viviendas en alquiler.

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¿Es posible revertir la crisis del alquiler?

Ante este panorama, Homedes subraya la necesidad de un enfoque más equilibrado en la regulación del mercado de alquiler. Si bien las políticas de control de precios buscan garantizar el acceso a la vivienda, su implementación ha tenido efectos no deseados, como la reducción de la oferta y la expulsión de inquilinos locales en favor de perfiles con mayor capacidad económica.

“Es fundamental que la administración pública colabore con los propietarios para fomentar la inversión en alquiler y evitar que más viviendas salgan del mercado”, ha asegurado. Esto podría lograrse mediante incentivos fiscales, programas de garantía para propietarios y un marco regulador que genere confianza y estabilidad en el sector.

Asimismo, es necesario un esfuerzo mayor en la construcción de vivienda pública destinada al alquiler asequible. “Hasta ahora, la falta de inversión en este ámbito ha dejado la carga del mercado en manos del sector privado, lo que ha agravado la crisis en lugar de solucionarla“, ha concluido Homedes.