Fotocasa entrevista a Javier Sierra, presidente de RE/MAX España, sobre la situación actual del sector y las previsiones para los próximos meses en el mercado inmobiliario.
Fotocasa.- Se prevé que continue la tendencia alcista de los precios y las ventas en el sector inmobiliario en 2017. ¿Crees que esto puede favorecer a la recuperación del sector?
Javier Sierra.- El sector está bastante recuperado y desde 2013 cada año aumenta el número de viviendas vendidas. La recuperación empezó sobre todo en Madrid y Barcelona, pero yo creo que ya alcanza prácticamente a toda España. También se ha empezado a producir, además, una recuperación relativa de vivienda nueva, aunque en este ciclo, que preveo que durará como mínimo hasta el 2019 y quizá incluso más allá, se va a vender sobre todo vivienda de segunda mano. La obra nueva se moverá entre un 20% y un 40% del total, pero no volverá a lo que supuso antiguamente, y la mayoría será de segunda mano, como pasa en todos los países desarrollados, porque hay casas de sobra.
En este contexto, la subida de los precios, mientras sea moderada, es positiva e incluso ayuda porque hace que la gente se anime a comprar antes de que suban más. Y quien tiene que vender lo puede hacer también más tranquilamente. Es decir, ayuda a la recuperación del sector inmobiliaria. Por lo que respecta al nivel de precios, yo creo que en algunos nichos se empieza a acercar al de antes de la crisis, pero en general tienen aún mucho recorrido, porque durante la crisis los precios llegaron a bajar hasta un 50%. En general creo que la situación del sector es muy sana. La economía en España va bien y eso ayuda y, al mismo tiempo, un mejor movimiento inmobiliario ayuda enormemente a la economía. La inmobiliaria es uno de los sectores básicos, supone entre un 15% y un 20% del producto interior bruto. Un sector inmobiliario sano es un requisito imprescindible para que la economía vaya bien. Y ahora lo tenemos.
FC.- ¿Cómo crees que influye el tirón de los pisos de segunda mano en la compraventa de casas?
JS.- La compraventa de segunda mano es el gran mercado del sector inmobiliario en los países desarrollados. En Estados Unidos, por ejemplo, el 80% de las casas que se venden cada año son de segunda mano. Y las cifras son comparables en Europa. En España, antiguamente, en los años 60, la mayor parte de las casas que se vendían eran nuevas. En el último ciclo, más o menos la mitad fueron casas nuevas y la mitad de segunda mano. Hubo unos años en los que España construía más casas al año que Alemania, Francia e Italia juntas. En 1960 había seis millones y medio de casas en España, ahora hay cerca de 26 y la población apenas ha aumentado. Es más se prevé que disminuya, así que sobran casas. Siempre se van a construir casas nuevas, porque hay cierta demanda y en algunos sitios hay que reemplazarlas, pero ya en este ciclo creo que nos vamos a acercar a la situación de EEUU o de otros sitios de Europa, que es que la mayor parte de las casas son de segunda mano. Y tiene toda la lógica.
FC.- ¿Qué opinas respecto al posible efecto del Brexit en el sector?
JS.- Creo que no lo sabe nadie. La mayor parte del mercado inmobiliario en España es interno, entre españoles que compran y venden casas aquí. Es cierto que en algunas zonas costeras sí que es relativamente importante la parte de viviendas que se venden a extranjeros, y dentro de esos compradores, los ingleses tienen un papel destacado. Hasta ahora no hemos notado ningún efecto: la libra bajó pero se está recuperando. Mientras no se aclare la situación exacta de cómo se va a llevar a cabo el Brexit, no creo que nadie pueda prever qué va a ocurrir.
FC.- ¿En qué medida la digitalización transforma el sector inmobiliario?
JS.- En la industria de la intermediación inmobiliaria, es decir, en el proceso para vender o comprar casas, hace ya muchos años que notamos el efecto de la digitalización. El impacto ha sido enorme, y lo seguirá siendo, tanto para compradores y vendedores como para los profesionales, que pueden consultar todo el inventario de casas en internet, en los portales inmobiliarios. La digitalización ha hecho el trabajo del agente inmobiliario mucho más fácil. Permite un contacto más inmediato con el cliente y el uso de CRM ayuda a automatizar muchas de las tareas del trabajo del profesional. Además, ver una casa digitalmente, en realidad virtual, es un ahorro de tiempo para quien va a comprar, pero también para quien tiene que enseñarla. Es decir, la tecnología ha ayudado mucho a mejorar la eficacia del trabajo de los agentes inmobiliarios.
La tecnología también puede suponer un desafío o incluso una amenaza. En nuestro caso sería la posibilidad de desintermediación, que se pueda prescindir de los profesionales porque la tecnología facilita poner en contacto a particulares. Sin embargo, creo que la digitalización funciona mejor con cosas generales y masivas, como los billetes de avión, por ejemplo. Cada casa es distinta, con unas características particulares y cuestan mucho dinero, suponen una gran inversión. Nadie va a comprar una casa a través de internet sin ir a verla, y en ese proceso el trato personal es importante. Con todo ello, creo que el trabajo del agente inmobiliario tendrá que ser más profesional, mucho más personalizado y aportar un mayor valor añadido que ayude al cliente más allá de lo que ya lo hacen otros sistemas básicos. En definitiva, aunque seguro que en el futuro aparecen nuevas tecnologías que interferirán con nuestra profesión, creo que siempre habrá un espacio para ofrecer un servicio especial más profesional.
FC.- ¿Crees que el gobierno debería de regularizar el sector en aspectos como la mediación inmobiliaria?
JS.- Yo soy partidario de cierta regulación siempre que se hiciera bien y ayudara a los clientes y, sobre todo, a los servicios que los clientes deben obtener de esta industria, pero me preocupa la forma en que se haga. Creo que lo ideal sería que los diferentes gobiernos mantuvieran un contacto continuo con la industria inmobiliaria y entre todos pudieran lograr las mejores soluciones posibles. Y los inmobiliarios deberían estar estructurados para actuar como interlocutores en ese proceso. El camino, al final, como en muchos otros sectores, debería tender hacia la autorregulación más que hacia la regulación externa.
FC.- Desde RE/MAX buscáis ampliar la red de vuestros agentes inmobiliarios. ¿Cómo crees que evolucionará el papel de los agentes durante el próximo año?
JS.- En los últimos años los agentes inmobiliarios en España han evolucionado y han mejorado mucho en España. La crisis supuso una renovación en el sector, y creo que, en general, los agentes actuales son mejores profesionales y dan mejor servicio que antes de la crisis, aunque no creo que el público esté notando ya mucho esos cambios, porque son avances que tardan cierto tiempo en consolidarse. Después de que el número de agencias inmobiliarias se hundiera con la crisis -se dice que en España llegaron a cerrar el 80%-, en los últimos años estamos viendo un gran crecimiento. Este año también se abrirán nuevas agencias y se incorporarán nuevas personas a la profesión. Y el desafío será prestar servicios de calidad. Un aspecto importante será el desarrollo de las franquicias, que creo que va a crecer mucho, tanto en número de oficinas franquiciadas como en su tamaño. Nosotros ahora mismo tenemos unas cien agencias y unos 1.600 asociados en esas oficinas, y esperamos llegar a los 2.000 asociados y más de 130 oficias abiertas a finales de este año.