La ciudad de Madrid ocupó el tercer puesto en volumen de inversión inmobiliaria durante el pasado año entre todas las ciudades europeas. Hasta un total de 4.154 millones de euros. Pese a una caída del 14% de la inversión en relación al importe total que atrajo la capital un año antes. Son datos del área de investigación de BNP Paribas Real Estate.
Por delante se situaron Londres, después de que la capital británica aumentase un 26% la inversión inmobiliaria, hasta 22.500 millones de euros. Y París, donde el nivel de inversión inmobiliaria descendió un 18% en el último año.
Así, el estudio asegura que, pese al interés de los inversores por la capital francesa, estos “están luchando” por encontrar nuevos activos. Además, según BNP Paribas, el mercado inmobiliario español sigue atrayendo capital. Al mismo tiempo que la preocupación inicial por el Brexit “parece haberse evaporado”.
En cuarto lugar situó Viena, después de aumentar un 100% la inversión como consecuencia de un nivel récord en su oferta de oficinas. Seguido de Milán, donde la inversión fue un 17% superior al año 2016, gracias al segmento minorista.
Las rentabilidades alcanzan mínimos
El volumen total de inversión inmobiliaria en Europa fue de 259.000 millones de euros durante el pasado año. Tras experimentar un avance del 11%. Esto representa el máximo histórico alcanzado en el continente.
Según el estudio, este dato es consecuencia del “buen momento de la economía, la fortaleza de la demanda, unas mayores tasas ocupacionales y un elevado flujo de capital”. No obstante, el mercado podría haber alcanzado en su conjunto su punto máximo. Ya que la actividad en los 15 principales mercados disminuyó un 8%.
Las oficinas siguieron siendo el activo preferido. Con un 43% del volumen total. Mientras que el año estuvo marcado por la venta de activos ‘flagship’ o grandes edificios. Por su parte, el mayor crecimiento lo experimentó el sector logístico. Que aumentó un 56%.
Por último, las rentabilidades continuaron su tendencia bajista. Alcanzando mínimos históricos a finales de 2017. La rentabilidad en el mercado de oficinas cayó en Madrid al 3,25%.