Los living, logística y deuda inmobiliaria se presentan como los sectores más atractivos para la inversión inmobiliaria en 2022, mientras que las inversiones tanto en oficina como en retail estarán en un punto de inflexión este mismo año, según apunta la gestora internacional Savills Investment Management (Savills IM) en su informe sobre las ‘Perspectivas sobre los mercados de inversión inmobiliaria en 2022’.
Pese a ello, los encuestados ven potencial de crecimiento en el retail y las oficinas, lo que refleja la esperanza de una lenta vuelta a la normalidad, aunque el segmento residencial y logístico es el que lidera las principales categorías.
Por otro lado, se prevé que la temática medioambiental, social y de buen gobierno (ESG) continúen imperando en el universo inversor durante 2022, conforme los países y las empresas se ponen en marcha para alcanzar la neutralidad en carbono. Alrededor de cuatro de cada cinco participantes consideran que el énfasis actual en el cambio climático afectará a sus estrategias de inversión.
“España y Portugal siguen mostrando claras oportunidades de inversión en el sector logístico, especialmente en segmentos que aun presentan recorrido como el de la logística urbana o de última milla, oportunidades que se extienden a ciudades secundarias y terciarias en la que aun se está desarrollando el mercado impulsado por el crecimiento de la venta online. También el retail de alimentación en todos sus formatos presenta opciones para la inversión en nuestro país”, afirmó el director general de Savills IM para España y Portugal, Fernando Ramírez de Haro.
A nivel general, el director mundial de inversiones y consejero adjunto de Savills IM, Kiran Pastel, considera que los sectores residenciales y logísticos seguirán estando de moda y aconseja invertir en deuda inmobiliaria como una opción interesante para los inversores a largo plazo.
Principales preocupaciones de los inversores
Más de un 82% de los encuestados citó la inflación como la mayor amenaza para la inversión inmobiliaria en 2022, por delante de una crisis económica (68%) y de posibles nuevas restricciones asociadas a la COVID-19 (66%). Pese a ello, un 73% de los participantes prevé que sus inversiones en inmuebles aumentarán durante los próximos 12 meses, frente al 45% del año pasado.
Estas perspectivas positivas se dan porque un 74% de ellos estima que sus inversiones ofrecieron un buen rendimiento tras la COVID-19 en comparación con un año “normal”, mientras que un 72% señaló que su evolución fue mejor de lo esperado. La gran mayoría de los participantes espera que el volumen de inversión vuelva a aumentar en 2022.