No es ningún secreto que la inflación ha generado una gran incertidumbre económica. El sector inmobiliario, como uno de los principales motores económicos de España, también se ha visto directamente afectado y se ha convertido en un activo refugio para las carteras de inversión. Algunas de las estrategias que auguran una buena rentabilidad son la compra, reforma y venta del activo en un periodo de tiempo muy corto o la compra parar su posterior alquiler.

Iñaki Unsain, personal shopper inmobiliario y presidente de la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AEPSI), asegura que “algunos inversores que tienen liquidez en entidades financieras se decantan por comprar vivienda y alquilarla, para evitar que su dinero pierda valor debido a la inflación”. A ojos del PSI, el hecho de que la demanda de alquiler sea muy elevada provocará que se trate de un activo refugio y su rentabilidad se sitúe en torno a 6%.

No obstante, se debe tener en cuenta que la demanda podría reducirse hasta un 20% debido a la subida de tipos de interés. Unsain destaca que “hay compradores que no pueden asumir el esfuerzo de pedir una hipoteca a consecuencia de la subida del Euribor y el endurecimiento de las condiciones de las entidades bancarias”. Por lo tanto, las dificultades para acceder a la financiación provocarían una paralización de las compras.

Previsiones del mercado inmobiliario

Ante las cuestiones que han surgido en relación con el impacto económico de la inflación, es probable que muchos de los inversores esperen a que la situación mejore en 2023. Sin embargo, el presidente de AEPSI aconseja que es mejor invertir ahora.

“Pese a la inflación, en el primer semestre del año se han cerrado muchas operaciones debido a una demanda que se había mostrado expectante y prudente ante la pandemia. En 2023 no se seguirá el mismo patrón teniendo en cuenta la subida de los tipos de interés, aunque aún es pronto para afirmarlo con certeza”, explica Iñaki Unsain.