¿Existe de verdad una recesión en el panorama económico? ¿Son reales las predicciones que plantean un futuro bastante pesimista? ¿En qué se basan para afirmarlo? Estas son algunas de las cuestiones que se planteó el reconocido periodista Javier Ruiz, jefe de Economía de la Cadena Ser, en su charla magistral que inauguró la jornada del Fotocasa Pro Academy Day de Madrid.
El primer punto que Ruiz dejó muy claro en su ponencia fue que estos pronósticos no se basaban en pruebas concretas. Porque, si nos atenemos a los indicadores, todo apunta a que no solo no existe esa futura recesión del mercado, sino que actualmente la situación está estable y con una proyección bastante optimista, aseguró.
“Lo peor ya ha pasado”
Así de contundente se mostró el periodista tras analizar brevemente la situación actual. En sus propias palabras, “la economía está bastante vacunada”, y la oleada de predicciones negativas presentan un exceso de catastrofismo. Sin ir más lejos, desde la gran crisis de 2008 se han predicho nada menos que 7 crisis sucesivas que, al final, no han llegado, y todo apunta que esta supuesta recesión futura quedará, de nuevo, en nada.
Ruiz se basa en datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), de los que se deduce que la economía de España no sufrirá por la subida de los tipos de interés tanto como sí pueden hacerlo otras economías. El principal motivo es que, en los últimos años, se ha ido imponiendo (a menudo, contra la voluntad bancaria), un tipo fijo en alza, que ha amortiguado la subida de los tipos de interés. Además, está volviendo el crédito en general y, con él, el inmobiliario. De esta forma, y de nuevo según sus palabras, “el apocalipsis ha venido acolchado”.
Ruiz extrae dos conclusiones de lo anteriormente expuesto:
- La recesión no ha sido tan negativa como muchos auguraban;
- El futuro no va a ser tan catastrófico como se viene pronosticando desde hace tiempo.
En resumen, todos los indicadores apuntan a que “lo peor ya ha pasado”, y que “la crisis que era inminente no ha pasado”. Tras el COVID, la población española se dio cuenta de la importancia de vivir en una buena casa, por lo que actualmente se está invirtiendo más en los bienes inmuebles. Además, se han revalorizado las vacaciones, por lo que el sector del turismo sigue expandiéndose y, según Ruiz, “un país que vive del turismo está tirando como lo está haciendo España”.
Perspectivas de futuro: ¿a qué debemos atenernos?
El sector inmobiliario se está recuperando bastante bien (y, además, de forma repentina). La subida de los tipos de interés ha conllevado una bajada en la concesión de hipotecas, lo que supone, según Ruiz, una “caída, pero no la muerte”. Las predicciones negativas constituyen, pues, un pesimismo excesivo que es necesario poner en perspectiva.
Ruiz compara el progreso de la economía con “la última milla” que debe recorrer un atleta. ¿Se trata de la etapa más fácil (puesto que ya se termina la carrera), o la más difícil (el cuerpo siente demasiado dolor para seguir)? Según el economista, el sector inmobiliario está venciendo la inflación (que se ha llegado a situar en un 10,5%), y se encuentra en pleno recorrido de esta última milla, altamente inestable, aunque no necesariamente nefasta.
De cualquier forma, el problema no es el sector inmobiliario en sí, sino la hostelería en España, idea sobre la que profundizamos en el siguiente punto.
Las dudas que plantea la situación actual
El panorama actual de la economía y el sector inmobiliario no es, pues, tan catastrófico como se ha querido ver, pero sí que existen ciertas inquietudes a tener en cuenta. Todo ello plantea, a grandes rasgos, dos dudas principales:
1. ¿Van a suceder nuevos conflictos (Ruiz los denomina sustos por su efecto emocional), como las guerras de Ucrania y de Israel, que debo tener en cuenta para analizar adecuadamente el futuro de la situación?
La respuesta a esta primera cuestión es afirmativa. Sí, por supuesto que pueden suceder nuevos conflictos. Se trata de algo que no podemos prever de ninguna manera y que debemos tener en cuenta.
Sin embargo (y de nuevo con los indicadores en la mano), según el histórico, semana tras semana la situación se va controlando de forma paulatina, hasta el punto de que Ruiz augura que, hacia el mes de junio de 2025, los tipos de interés caerán.
- ¿Qué sucede con el sector de la hostelería en España?
En los últimos años se ha producido un aumento considerable en los precios de los alojamientos turísticos. La media de este incremento se sitúa en un 11,5%, aunque, en hoteles de 4 y 5 estrellas, el aumento puede alcanzar el 22 e incluso el 33%.
Como ya comentábamos, tras la crisis del COVID la gente se lanzó a “vivir”, lo que se notó especialmente en el sector del turismo, con la consecuente subida de precios. Ante ello, la gente tiende a “quedarse más en casa”, pero los precios siguen sin bajar.
A partir de las inquietudes planteadas, Javier Ruiz insiste en que la situación del mercado es buena, aunque no todo lo buena que podría ser.
¿Qué podemos esperar en un futuro próximo?
Para Ruiz es importante tener en cuenta que no existe ni existirá el apocalipsis que muchos sectores (y, especialmente, los medios de comunicación) auguran. Entonces, ¿qué podemos esperar de la economía (y del sector inmobiliario en concreto) en un futuro próximo?
A partir de los datos de que disponemos, podemos predecir que la media del euríbor al cierre del año 2024 será de un 3,3%, y que, probablemente, durante el año 2025 descenderá hasta un 2,4%. Según Ruiz, estos porcentajes son más que correctos, sobre todo teniendo en cuenta que veníamos de tipos negativos que no eran nada razonables.
Un euríbor del 2 al 2,5% permite, en general, tres aspectos importantes:
- Primero, lo que Ruiz denomina “sobrevivir al banco”.
- Segundo, sobrevivir también al sector inmobiliario.
- Y, por último, representa una situación por debajo del histórico en España.
En resumen, el economista se muestra bastante optimista en cuanto al futuro próximo del sector económico. No obstante, existen dos problemas muy concretos que se deben solucionar de forma inmediata y que explicamos a continuación.
Una dosis de realismo: dos problemas importantes
A pesar de que el panorama es, en general, positivo, existen según Ruiz dos problemas que, aunque no son “el fin del mundo” (como él mismo manifiesta), sí que requieren una solución inmediata y efectiva.
La gran desigualdad social existente
Tras la crisis de 2008 y, más recientemente, la del Covid-19, la sociedad se está recuperando paulatinamente. Sin embargo, insiste Ruiz, no de la misma forma.
En resumidas cuentas, quienes tienen una capacidad económica alta se están recuperando bien, mientras que aquellos que poseen sueldos precarios cada vez tienen menos poder adquisitivo. Todo ello ilustra la realidad social que impera actualmente en España: una desigualdad social que no solo no parece acabar, sino que va en aumento.
La brecha social se está, pues, agrandando. En materia inmobiliaria, esto significa menos clientes potenciales; según los datos, la población con una renta alta invierte un 15% de sus ingresos en suministros, vivienda y comida, mientras que la población con rentas inferiores llega a invertir hasta un 35%. Este último sector es el que más sufre la inflación, con la pérdida de consumidores que esto conlleva.
Las nefastas políticas de vivienda del gobierno español
El segundo problema importante, según Ruiz, son “las nefastas políticas de vivienda del gobierno español”. Todo parece indicar que los políticos solo se acuerdan del problema de la vivienda en campaña electoral y, por tanto, las soluciones que proponen son ineficaces e insuficientes.
En España existe una altísima demanda de vivienda, mientras que la oferta es escasa. La vivienda social apenas existe y esto constituye un problema de primer orden en nuestro país. Según el economista, los partidos deberían sentarse y acordar la construcción de la vivienda necesaria, en base a un proyecto sólido que vaya más allá de la campaña electoral. Hasta entonces, sostiene Ruiz, “solo se pondrán parches”.
Javier Ruiz concluyó su ponencia con un breve resumen de la situación y de los problemas que requieren solución inmediata: la situación no es tan nefasta como se ha venido comunicando, por lo que no tiene sentido anclarse en el pesimismo. Sin embargo, sí que existen dos problemas muy concretos (el problema social y el problema de las medidas políticas inexistentes o precarias) que deben solucionarse si de veras queremos avanzar de forma positiva.