La Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios (Apei) ve un “buen momento” para adquirir una propiedad ya que la vivienda de segunda mano “no va a bajar más”. Así lo ha señalado el presidente de la Apei, Óscar Martínez, quien destaca que han transcurrido dos años en los que el mercado “se está moviendo” y “se nota que la subida de los precios es generalizada”.
Según los últimos datos de Eurostat, los precios de la vivienda subieron en España un 6,3%, la subida más alta desde 2007, y un 4% en Europa. “No hay mucha construcción nueva y esto hará subir más los precios”, pronostica Martínez, quien considera que es un “buen momento” para comprar.
En este sentido, augura que la segunda mano ya no va a bajar más y la tendencia va a ser a “mantenerse o a subir algo”, sobre todo en los lugares donde escasea vivienda, ya que hay “muy poca construcción nueva”.
Asimismo, aconseja no vender a no ser que sea necesario, puesto que “es cierto que si vende barato se compra barato, pero si se piensa en inversión no es momento de vender. Ahora toca vender si es estrictamente necesario para cambiar de vivienda, por ejemplo”.
La recuperación continuará a ritmo “lento”
En general, la vivienda con buenas condiciones se halla a unos precios algo más elevados que en el 2013, momento en que los precios se reducían en un 45% en relación al punto más alto de la burbuja inmobiliaria, en 2007, según la Apei, que reúne actualmente un red de unas 1.300 agencias inmobiliarias en toda España.
El precio medio de la vivienda libre por metro cuadrado se sitúa ligeramente por alrededor de los 1.600 euros metros cuadrados, frente a los 2.085 euros de 2007, precios muy similares a los que se registraba en 2004, según datos del INE.
“Lo que está por debajo de estos precios corresponde a producto con muy poca salida”, explica el presidente de la Apei, quien asegura que “es producto muy mal situado y de poca calidad que se vende o se intenta vender muy barato. Es producto que en otros países se derribaría”.
Sobre las inversiones de grupos, indica que se da en las grandes capitales, como Madrid y Barcelona, pero no se registra en las pequeñas capitales todavía. Por otra parte, Martínez cree que, tras el verano, y si el paro sigue bajando, la recuperación continuará, aunque a un ritmo “lento”, si bien advierte de que la amenaza está ahora en la inestabilidad política. “Si la inseguridad persiste, provocará retrasos en la recuperación”, augura.