El precio de la vivienda nueva y usada creció un 2,5% en junio en comparación con el dato registrado hace un año, según se despende de la estadística Tinsa IMIE General y Grandes Mercados publicada este martes.
No obstante, Tinsa ha puesto de relieve que el ritmo de crecimiento del precio medio se redujo más de un punto porcentual desde el 3,6% interanual registrado en mayo.
Desde febrero de 2015, cuando el índice general marcó su nivel más bajo en la crisis, el valor medio de la vivienda terminada se ha recuperado un 14,9%, aunque todavía se mantiene un 34,1% por debajo de los valores máximos registrados en 2007.
Por regiones, el subíndice que representa a las islas Baleares y Canarias muestra un encarecimiento más notorio respecto a junio de 2018, tras situarse el crecimiento en el 7,4%.
Además, las áreas metropolitanas, tras registrar un incremento del 5,7% interanual, también muestran una tasa de crecimiento superior a la media nacional.
En la costa mediterránea y en las capitales y grandes ciudades se han encarecido por debajo del 2% en los últimos 12 meses, concretamente un 1,5% y un 1,3%, respectivamente.
En las localidades más pequeñas del interior, el precio se ha mantenido en los niveles similares a los de junio de 2018, tras registrar una ligera subida del 0,4%.
El precio crece casi un 15% desde mínimos de la crisis
Tinsa también ha señalado que la recuperación “progresiva y moderada” del mercado residencial ha elevado hasta el 14,9% el precio medio de la vivienda terminada en España desde el nivel más bajo alcanzado en la crisis.
Canarias y Baleares destacaron como el grupo donde más se ha recuperado la vivienda desde los mínimos que tocó esta zona en la última década, con una subida del 24,1%.
Por encima de esta media también destacan los incrementos registrados en las grandes ciudades (+22,9%), seguidas de la costa mediterránea (+16,9%) y las áreas metropolitanas (+15,1%), mientras que por debajo se sitúan el resto de municipios (+4%).
Pese a la recuperación paulatina experimentada, el precio medio de la vivienda terminada arrastra una caída acumulada desde máximos pre-crisis del 34,1%.