Resulta interesante, y en algunos casos incluso conmovedor, recordar el momento de nuestras carreras profesionales en el que por voluntad propia o por azar nos adentramos en el apasionante mundo del sector inmobiliario.

Algunos leerán este artículo con la perspectiva de los años y la experiencia adquirida a través de los aciertos, los errores y las adaptaciones a los cambios estructurales y coyunturales, y otros, sin embargo, estarán en la posición fresca del que decide emprender o lleva relativamente poco tiempo en este sector económico, tan enriquecedor y tan complejo al mismo tiempo.

Cualquier actividad económica o profesional tiene asociada una serie de tareas y gestiones derivadas del propio desarrollo de la misma en base a los usos y costumbres, a la evolución o madurez del sector, y, por supuesto, de las obligaciones derivadas de la legislación vigente.

En este sentido, vamos a abordar aquellas obligaciones que se dibujan como imprescindibles o claves para el buen desarrollo de nuestro trabajo como agentes inmobiliarios independientes o como agencias inmobiliarias de la dimensión que sea.

En esta dirección, vamos a abordar las obligaciones propias del agente inmobiliario con el propietario del inmueble o vendedor, así como las obligaciones, no tan definidas frecuentemente con la parte compradora.

Obligaciones del agente inmobiliario con el propietario vendedor

Obligaciones del agente inmobiliario con el propietario vendedor

Empecemos de manera secuencial con aquellos comportamientos y acciones que son ineludibles para la correcta labor de un agente inmobiliario para con la parte vendedora.

Conocer el derecho inmobiliario

Estar convenientemente formado y preparado en el ámbito jurídico no es una opción. Es esencial conocer en detalle la legislación que afecta a las partes implicadas en una transacción, así como los derechos y obligaciones que les son aplicables.

Proporcionar la información necesaria

En este punto encontraremos que no solo debemos mostrar al propietario aquellos datos que puedan ser relevantes o imprescindibles para realizar la transacción -documentos necesarios, obligaciones fiscales y legales, y verificación de la situación del inmueble en cuanto a posibles cargas-, sino que, además, deberemos hacerlo de manera comprensible, clara y sencilla, explicando las ventajas y riesgos que supone la operación a realizar.

Asesorar y gestionar

El trabajo de intermediación de un agente inmobiliario conlleva en esencia la búsqueda de un posible comprador en el menor tiempo posible. Sin embargo, para que esto suceda, existen otra serie de tareas asociadas para las cuales también deberá velar por su cumplimiento:

    • Analizar la situación del mercado para asesorar adecuadamente acerca de la fijación del precio del inmueble.
    • Mostrar los mejores mecanismos para lograr que la venta se produzca en el menor tiempo posible.
    • Promocionar el inmueble a través de los medios más eficaces y adecuados -realización de contenidos audiovisuales, comunicación en redes sociales y/o publicación en portales inmobiliarios- encaminados a lograr el cierre de la operación.
    • Gestionar con rapidez y diligencia los leads derivados de la acción comercial, elaborando las fichas de la vivienda con todos los datos e informaciones relevantes, así como la ejecución de protocolos eficaces de contacto, visita, o seguimiento, entre otros, que favorezcan la realización de la transacción.
    • Resolver las dudas que puedan surgir en el transcurso de la relación de intermediación inmobiliaria.

Negociar con honestidad y buena fe

Esta obligación es esencial en tanto en cuanto, no se puede favorecer a una de las partes frente a la otra. Para ello es necesario la labor de información clara y sin ambigüedades acerca del inmueble en su totalidad así como de cualquier otro dato o cláusula que pudiera considerarse oscura o abusiva.

Asimismo, se contempla aquí la obligación de guardar confidencialidad de las negociaciones llevadas a cabo entre las partes frente a terceros y entre ellas, si son determinantes para el desarrollo de la operación siempre que no impliquen ocultación de información relevante para el desarrollo legítimo de la operación.

Cumplir con los compromisos adquiridos

En definitiva, asumir el mandato que le otorga la firma del contrato de intermediación y el propio desempeño de su actividad de manera diligente y profesional.

Obligaciones del agente inmobilairio con el comprador

Obligaciones del agente inmobilairio con el comprador

Ya hemos visto aquellos comportamientos y obligaciones que debemos tener en cuenta en el desarrollo de nuestra actividad con la parte propietaria. Pero no podemos olvidar a la parte compradora que, en nuestra relación comercial, también nos obliga a velar por el buen hacer y el cumplimiento de ciertas obligaciones que describiremos a continuación:

Intermediación

Aunque parezca obvio, nuestra tarea de intermediación alcanza a ambas partes en la relación comercial que hemos establecido, por lo que esta tarea nos sitúa en un plano equidistante y de equilibrio en el que debemos trabajar por obtener un resultado beneficioso para el propietario vendedor y el cliente comprador.

Asesoramiento

Siempre que el cliente nos lo solicite tendremos que brindarle los servicios de asesoría jurídica y legal necesarios para resolver las dudas que pudieran plantearse.

Acompañamiento

Si todo transcurre en la dirección correcta y la operación ve la luz satisfactoriamente, es conveniente que el comprador esté acompañado en el momento de la firma por parte del agente inmobiliario.

Legalidad

Es obligatorio que cualquier documento que se firme por ambas partes no contenga cláusulas que pudieran resultar abusivas y que conlleven un perjuicio para la parte compradora, ya sea por contener conceptos ambiguos, confusos o manifiestamente abusivos.

Con objeto de salvaguardar legalmente los intereses de ambas partes se deberá elaborar una hoja de encargo, que supondrá el compromiso que las partes manifiestan por escrito y suscriben con su firma.