La compra de vivienda como inversión en España se ha frenado durante el año 2024, pero sigue en niveles históricamente altos. Así, el año pasado un 10% de los demandantes de vivienda compraron o intentaron comprar un inmueble como una inversión, frente a casi un 80% que lo hicieron para destinarlo a ser su vivienda habitual, y otro 10% que lo hicieron para convertirlo en su segunda residencia.

Este 10% de demandantes inversores representa un porcentaje algo inferior al registrado en 2023, cuando fue del 13%, pero sigue siendo una tasa relativamente elevada con relación a la historia reciente del mercado inmobiliario, ya que la cifra se situó en un 7% en 2022 y en un 9% en 2021. Estas son algunas de las principales conclusiones que se extraen del informe sobre “El segmento inversor en el mercado inmobiliario en 2024”, elaborado por Fotocasa.

Los demandantes inversores que consideran que los precios actuales son caros representan el 90% en 2024

Este leve descenso en el porcentaje de demandantes de vivienda que quieren adquirir un inmueble como inversión puede estar relacionado con la percepción de precios que tiene este segmento del mercado: actualmente, un 60% de los compradores inversores considera que los precios de la vivienda en propiedad son muy caros, diez puntos más que en 2023, y trece puntos más que en 2022. Si se agrega el porcentaje de quienes opinan que los precios de la vivienda son “muy caros” con quienes responden que los encuentran “algo caros”, este porcentaje se eleva hasta el 90% de los encuestados.

Uso vivienda nuevos compradores

El rápido aumento de los precios que está presentando el mercado de compraventa, del 10% interanual, ha moderado el crecimiento del volumen del segmento inversor, que se disparó en 2022, con el inicio de los tipos restrictivos. Dos años después, el panorama opuesto de condiciones hipotecarias atractivas ha sido el mejor incentivo para aumentar la compra como primera residencia impulsada por las y las ayudas administrativas a jóvenes y familias. Sin embargo, la inversión en vivienda continúa en niveles históricamente altos, ya que ofrece la rentabilidad más alta del mercado (6,4%) y sigue considerándose un valor refugio en épocas de incertidumbre financiera, además de ser un activo de muy bajo riesgo”, comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa

Además, la mayoría de los inversores estiman que estos precios de la vivienda seguirán subiendo, y esta proporción va en aumento. El 60% de este segmento opina que la vivienda se encarecerá en el futuro, nueve puntos más que en 2023. Por el contrario, solo el 34% prevé que los precios inmobiliarios se estanquen (cuatro puntos menos que en 2023), y únicamente el 6% considera que se van a abaratar (cinco puntos menos que en el año anterior).

El perfil del inversor español: hombre de mediana edad y renta alta

Por otro lado, el perfil de los inversores en el mercado de la compraventa de vivienda es distinto del que tienen los demandantes de inmuebles como primera o segunda residencia. En primer lugar, son mayoritariamente hombres, en un 63% de los casos, mientras que los demandantes para uso residencial propio están equilibrados en cuanto a sexo (un 52% de hombres frente a un 48% de mujeres). Asimismo, son ligeramente mayores con relación a la edad: tienen 45 años de media, frente a los 41 años de los no inversores. A nivel geográfico, predominan los inversores residentes en Madrid (19%), seguidos de catalanes y andaluces (representando ambos colectivos el 12% del total).

Perfil comprador vivienda inversión

Atendiendo a los ingresos brutos mensuales de la unidad familiar, se observan también diferencias notables. El 34% de los compradores inversores tienen una renta superior a los 3.500 euros, algo que solo logra el 23% de los demandantes de vivienda para primera o segunda residencia. Si se observa la situación de convivencia, la mayoría vive en pareja (un 32%, un punto por encima de los no inversores), mientras que un 26% comparte su hogar con pareja e hijos (tres puntos menos que los no inversores). Por otro lado, hay porcentualmente más inversores que viven solos (19%) o con sus padres (19%) que entre quienes compran un inmueble para residir en él (14% y 16%, respectivamente).